Hola a todos
En primer lugar, gracias a Vanessamm por sus palabras.
Estamos describiendo cómo la fecha de 1144 pudo ser interpretada como especial por todos aquellos teólogos que habían recibido y desarrollado la que podríamos denominar Teología de la luz y, sobre todo, a partir de las coincidencias astronómicas y religiosas que se dieron en el 22 de Marzo de 1144, San Rufo: el paso del Equinoccio en Luna llena, es Domingo de Pascua y año bisiesto, una cuádruple coincidencia que ocurre una vez cada 532 años tal y como refleja la palabra Rufo. Este periodo de años es conocido como “Ciclo Pascual". Un día que, además, siguiendo la filosofía teológica de Eriúgena, nos conduciría al primer equinoccio primaveral de la historia humana, el de la creación del mundo.
Según la historiografía y como ya hemos comentado en otras ocasiones, Robert de Ketton se acabó integrando de forma plena en el Obispado de Pamplona. En 1143, lo encontramos ya como arcediano de la Valdonsella, territorio eclesiástico al que pertenecía Biota.
Sin embargo, también la historiografía señala que Robert de Ketton y Herman de Carinthia se habían conocido gracias a su maestro, Thierry de Chartres y que, en 1134, le habían seguido a París para estudiar con él. A través de Thierry, uno de los teólogos más significativos en la estética de la recepción de la filosofía griega en la primera mitad del siglo XII, los dos conocieron el pensamiento de Juan Escoto Eriúgena y, en concreto, su concepto de la teofanía, la manifestación del Dios luz.
Según Adrián Pradier Sebastián en su artículo, El viaje místico y el simbolismo de la luz: del Pseudo-Dionisio Areopagita a Suger de Saint-Denis, (Rev. Factorum (35-60)) el viaje místico que tenía en mente el abad Suger recoge una larga tradición estético medieval, arrancando de las traducciones latinas del Hábeas Dionysiacum que llevara a cabo Juan Escoto Eriúgena y que alcanzaría su máximo esplendor, precisamente, en la reforma que llevara a cabo en la iglesia abacial de Saint-Denis este abad francés. Una línea de pensamiento que llevará a Suger a pasar también por el pensamiento de Hugo de San Víctor, Maestro de la abadía de los canónigos agustinos de Saint-Victor en París.
Robert de Ketton, como hemos señalado en otras ocasiones, no sólo fue el que introdujo la reforma de la Regla de San Agustín para los canónigos del obispado de Pamplona, sino que había estudiado en las escuelas catedrales de París y Chartres con Thierry de Chartres, una de las personas más influyentes en esta cadena de la transmisión de la Teología de la Luz.
Como recogió Alfons Puigarnau en su magnífica tesis doctoral, Imago di y Lux mundi en el siglo XII:
“La recepción de la Teología de la Luz en la iconografía del Pantocrátor en Catalunya, cuanto más se estudia la Edad Media, más se advierte el polimorfismo de la influencia platónica. Platón mismo raramente aparece como tal en ningún lugar específico, aunque el platonismo se encuentra por doquier: el de Dionisio Areopagita y el de Máximo el Confesor, que pasa a través de Escoto Eriúgena, y que se descubre en Thierry de Chartres.
En relación al Periphyseon, aparte de los manuscritos más importantes, alguno de ellos escrito de puño y letra por el autor, abundan algunos otros, aunque más fragmentarios. En los catálogos de las bibliotecas medievales es citado con alguna frecuencia. Tal vez la prueba más evidente de su difusión en el siglo XII sea la ya comentada Clauis Physicae de Honorius Augustodunensis. Dentro de lo que Dondaine ha llamado el Corpus dyonisien de l’université de Paris el Periphyseon, junto con la Jerarquía eclesiástica, los Nombres divinos, la Teología mística y las Cartas, ofrece 40 columnas del total de 580 que aparecen en la Patrología de Migne. Además de las referencias directas de algunos importantes manuscritos, se sabe de influyentes maestros de teología que utilizan el vocabulario, si se puede utilizar la expresión, dionisiano-eriugeniano.
Palabras como superessentia diuinitatis, Theophania son utilizadas por Fulberto de Chartres (+1028), Isaac de l’Etoile (+c. 1169), Simón de Tournai, que llega a pergeñar una definición de Teofanía. Esta misma definición se encuentra en Allain de Lille (+1203) y en otros, entre los que interesa destacar a Bernardo y Thierry de Chartres y al propio Hugo de san Víctor.”
El círculo de la transmisión de este pensamiento parece cerrado en cuanto a los personajes que nos interesan destacar: Eriúgena, Hugo de san Víctor, Abad Suger, Robert de Ketton. En 1144, tanto Robert de Ketton como el Abad Suger ya habían estudiado de forma directa las fuentes de la transmisión de la Teología de la Luz. Por lo tanto, proponer que Robert de Ketton las pudo llevar a su arcedianato de la Valdonsella y que también pudo intentar ejemplificarlas, a la manera del abad de Suger, en algunos de sus templos no nos parece una idea tan descabellada.
Un abrazo a tod@s
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