Hola a todos
Volvemos a un capitel temático por una particularidad. Nos volvemos a fijar en un detalle, en
la filacteria o rollo profético que porta el ángel.
Esta magnífica iconografía refleja este pasaje del capítulo I del
Evangelios según San Mateo:
Citar:
18 Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. 19 José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. 20 Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. 21 Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". 22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: 23 La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".
Está claro que el redactor teológico conocía a la perfección la relación entre el detalle plástico, la
filacteria o rollo profético que sostiene el ángel, y el contenido del texto:
Todo estos sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta.
Además, no se debe olvidar que San José representa, para el cristianismo, la línea directa de los miembros del judaísmo que sí aceptaron el mensaje de Dios y vio, en Jesús, el Mesías esperado durante siglos.
De ahí, el magnífico detalle plástico de
la filacteria o rollo profético abierto. Se está cumpliendo la profecía, ya no se trata de un lenguaje cerrado y, por eso, no se necesita del arte de la hermenéutica. El mensaje está descifrado: ese niño que espera la Virgen María, la esposa de José, es el Mesías esperado. Muy buenas las curiosidades iconográficas del románico.
Por cierto, este capitel se encuentra en el Museo Calvet (Lapidaire) de Avignon.
Como siempre escribimos por aquí, muy buenos los maestros escultores del románico; pero también muy buenos los redactores teológicos de los diferentes programas iconográficos.
Un abrazo a tod@s