Queridos amigos:
Al leer un capítulo de la magnífica tesis doctoral que nuestra admirada
Inés Monteira titula
La escultura románica hispana y la lucha contra el Islam (mediados del siglo XI a mediados del siglo XIII), me ha llamado la atención, entre otros, el capítulo cinco,
LA IDOLATRÍA ASOCIADA A LOS MUSULMANES. LAS FIGURAS PROSTERNADAS Y OTRAS REPRESENTACIONES VINCULADAS, en el que se hace alusión a muchas esculturas que todos recordaréis, realizadas sobre todo en canecillos, que muestran figuras antropomorfas o zoomorfas adoptando a veces una cierta posición antinatural en sus extremidades, pero con la característica común de parecer prosternadas:
Esta prosternación se concreta en una peculiar posición consistente en el estiramiento de las patas delanteras y la curvatura del lomo, dejando caer el peso del cuerpo sobre la parte trasera del mismo. Así, las patas posteriores de la figura permanecen generalmente plegadas. Primero veamos unos ejemplos de lo que serían posiciones "ortodoxas":
San Pedro de Tejada.
A veces, la figura tiene alguna de sus partes colocadas en una posición inverosímil, e incluso tiene un carácter híbrido o monstruoso, acentuando sus connoctaciones negativas, como ése "pseudo-diablo" de Nª Sª de la Peña:
La doctora ofrece una amplia argumentación documental a favor de su interpretación como que tal gesto se asocia a la
idolatría y la forma del rezo musulmán, que podéis leer aquí
http://e-archivo.uc3m.es/bitstream/1001 ... umen_1.pdf, por lo cual he pensado que nosotros podríamos jugar a buscar imágenes que ilustren dichos contenidos. Yo voy a empezar con dos aportaciones, la primera referente al
Beato de El EScorial, en el cual el paso de la verticalidad a la horizontalidad en el rezo parece aludir al musulmán como pueblo adorador del dragón:
wikimedia
13:5 También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses.
13:6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. La connotación nagativa de esta postura se refuerza en otro folio del manuscrito, en la cual Juan
se prosterna ante el ángel y éste se lo reprocha, indicando que sólo Dios es digno de adoración.Y para acabar, poneros varias imágenes del tema del
Caballero Victorioso, que doña Inés también relaciona con el simbolismo de la derrota del "enemigo de la fe", y en las cuales se puede apreciar la imagen del vencido adoptando la postura que tratamos; en el caso de Vallejo de Mena, la iconografía se ve reforzada al ir acompañada de Sansón desquijarando al león, que también parece relacionarse con el tema de la lucha entre religiones en otro punto de la tesis:
Aguilar de Bureba
Vallejo de Mena
Toro
Abrazos.