Hola a todos

Xavi, magnífica reflexión. Esas manos y esos dedos hablan por sí mismos. Como tú muy bien conoces, no nos cansamos de escribir que los detalles iconográficos plásticos menores son siempre un lenguaje simbólico y el tema que estamos desarrollando es todo un ejemplo.



La imagen representa el momento del reconocimiento del pecado original. Se trata de uno de los mosaicos bizantinos de Santa María la Nueva, en Monreale, Palermo.

De nuevo, los detalles iconográficos nos hablan de dos maneras:

a) Para darnos la clave de su interpretación teológica: estamos ante una interpretación de la teología neoplatónica .
1. El Paraíso sólo está representado por dos árboles. Sólo se representaron dos árboles: el del bien (junto a Cristo) y el del conocimiento (en medio de Adán y Eva).
2. La creación se hizo en el logos, en el principio, en Cristo. Por eso, Cristo sostiene en su mano izquierda una filacteria o rollo profético. Precisamente, proféticas fueron esas palabras pronunciadas por Dios.

b) Para darnos la lectura del fragmento se utilizan los detalles plásticos menores, entre los que destacan los gestos de las manos y la posición de los dedos:
1) Ante el requerimiento de Cristo con la mano derecha realizando el gesto trinitario con los dedos, Adán (también con la mano derecha) señala a Eva y ésta (utilizando también la mano derecha) hace lo propio con la serpiente, pero con solo un dedo y señalando hacia abajo.
2) La serpiente gira su cuerpo contra Cristo.

Los detalles plásticos de la mano, esa cualidad propia del ser humano, se convierten en un lenguaje simbólico que habla por sí mismo. Además, Cristo no realiza un signo de castigo ni con su mano derecha ni con sus dedos. Ni en la situación de pecado, Dios abandonó al hombre.

Un abrazo a tod@s

Hola a todos

En su segunda adepción, define el DRAE el sustantivo ternura de la siguiente manera:

¿Se habrá expresado este sentimiento en el arte románico? No olvidemos que es un arte definido, en cuanto su escultura, muchas veces como:

Sin embargo, ¿qué pasa en este capitel diseñado para una portada de un templo, San Nicolás de Soria, aunque haya acabado siendo la portada de San Juan de Rabanera de Soria, representando el tema iconográfico de la duda de Santo Tomás?



Antes de nada, hay que recordar ahora que, a diferencia de lo que podía ocurrir con el claustro de una catedral, la portada de un templo urbano era contemplada cada día por muchos fieles.

En esta iconografía, tanto Santo Tomás como San Juan Evangelista aceptan la fe con el gesto de la palma abierta de su mano izquierda.

Pero, el centro gestual es San Juan Evangelista. Si nos fijamos bien, hacia él se dirige el brazo derecho de cristo de forma horizontal hasta acariciarle con el dorso de su mano en el rostro en un claro gesto de ternura.

De hecho, sólo hay que fijarse en los rostros del mismo Cristo y de San Juan Evangelista para interpretar el mensaje: tu manera de vivir la fe es la correcta. Mientras, Santo Tomás no se entera del acto privilegiado que Cristo está teniendo con San Juan Evangelista. En este contexto, sí que se le puede catequizar al pueblo a través de un gesto que remite a la siguiente enseñanza evangélica: "Bienaventurados los que no vieron y creyeron".

De nuevo, los detalles de la simbología de los dedos y hasta de las palmas de las manos nos hablan con una gran fuerza expresiva y, en este caso, nos dan una lección plástica de la gran humanidad de Cristo, hasta resucitado, a través de la expresión plástica de una emoción muy humana, la ternura. Nos encontramos ante un Cristo muy humano.
Un abrazo a tod@s

Hola todos

Hoy, que es domingo, el diálogo entre los dedos de Cristo y el símbolo de la doble naturaleza a través de elementos plásticos de naturaleza arquitectónica.

En el arca relicario del Monasterio de Yuso, en San Millan de la Cogolla, La Rioja, se reprodujo una escena bíblica con detalles plásticos muy interesantes. En concreto, la de su entrada en Jerusalén. Para empezar, todos los presentes son connotados con aureolas o nimbos de santos, no sólo los discípulos de Jesús, sino también los que salen a recibirlo aclamándolo con las ramas de olivos y palmeras y sus túnicas.

Sin embargo, la simbología de los dedos de Cristo de esta imagen se complementa con el significado que aportan las ventanas de los edificios asociados. De hecho, su conjunto conforma una alegoría de la doble naturaleza al unirlas a la figura de Cristo y su gesto con los dos dedos de la mano derecha, mientras señala esa rama de palma con tres grandes hojas.

A la espalda de Cristo, en lo que sería su derecha natural, una torre que juega alegóricamente con la numerología que remite a su naturaleza divina: en la unidad (ese óculo o ventana redonda superior) de la divinidad, las tres personas de la Trinidad, esas tres ventanas colocadas debajo y con forma de cerradura.



Delante de Cristo, en lo que sería su izquierda natural, una torre que juega alegóricamente con la numerología que remite a su naturaleza humana: en la unidad (otro óculo) de la divinidad, el Hijo es la segunda persona de la Trinidad (esas dos ventanas). Sobre el óculo, una ventana con una cara doble, como doble es la naturaleza de Cristo, y con la otra cara simple, como su ser.

Pero, no todo acaba ahí. Cristo, sentado en la burra, se dirige hacia el interior de la ciudad de Jerusalén realizando el símbolo de su naturaleza humana, ya que alza su mano derecha y señala sólo con dos dedos, un nuevo símbolo de su doble naturaleza. En esta escena, Cristo no bendice a la manera trinitaria, con tres dedos, porque se está dirigiendo hacia su muerte, el gran símbolo de su naturaleza humana junto a la Encarnación.

Sin embargo, los que salen a recibirlo, no lo hacen como si fuese un hombre, lo reconocen como Dios. Si nos fijamos bien, son tres los personajes que sostienen elementos simbólicos en sus manos y todos ellos se pueden considerar símbolos trinitarios, ya que están formados por tres piezas o partes. Por eso, como reconocen en ese hombre a Dios, lucen aureola o nimbo de santos.
¡Feliz domingo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

En este foro dedicado al arte románico y en este tema en el que reflexionamos sobre la simbología de los dedos, no puede faltar el referente a la labor de las manos de los constructores de estos magníficos edificios.

En un templo dedicado a Saint Castor, la representación del Magister Muri, el arquitecto, parece que conoce bien esa medida, a juzgar por lo que sostiene en su mano derecha.

De hecho, se trata de la representación más fiel que conozco de un Magister muri o Arquitecto en la iconografía románica en piedra:



Se encuentra en el templo de Saint Castor, Nimes, Languedoc - Rosellón, Francia.

El arquitecto o magister muri viene connotado como una persona de edad que sostiene en su mano derecha un patrón de medidas que vendría a representar, seguramente, la medida codo.

Lo curioso de esta imagen es que con el dedo índice de su mano izquierda está señalando a uno de los dos canteros que lo acompañan en la escena, en concreto, el que parece que está realizando un fuste de una columna ayudado de un cincel y un mazo.

Los oficios relacionados con la construcción de un templo románico quedan así connotados con la simbología de los dedos y de las manos. Mientras el Magister muri es el que piensa el proyecto; los artesanos, son los que ejecutan su fábrica.

Se trata de la iconografía del episodio bíblico de la Torre de Babel, las cosas no debieron ir tal y como el las pensó.

En el fondo, cada vez que veo esta iconografía, me acuerdo de esta máxima filosófica sobre la que un día me hicieron reflexionar:

Está claro que el uso de las manos tiene otro significado en la visión humana de la vida y de la fe, pues quien no recuerda aquello de "comerás con el sudor de tu frente", aunque algunos lo hayan interpretado como "comerás con el sudor del de enfrente".

Eso, los dedos y las manos...
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

¿Cómo interpretar una simbología de los dedos siguiendo un pasaje bíblico que da una información directa sobre la acción que estos deben realizar? Esto es lo que ocurre con el famosos episodio de la duda de Santo Tomás, narrado en el capítulo XX del Evangelio de San Juan:

La cita evangélica es clara y no deja lugar para la duda. En esta placa de Eboraria del Metropolitan Museum of Art (Met), lo interpretaron así:



-Los once discípulos evangélicos que estaban presentes en ese momento

-Judas Iscariote ya se había suicidado

-Todavía no se había producido ni la Ascensión ni la elección de San Matías en sustitución de Judas

Ahora, la misma escena en el relieve de Silos:



-Lo hicieron con doce

-Incluyeron a San Pablo, cuando todavía no se había ni convertido.

Curioso el caso de Silos, ¿no? Sin embargo, está claro que, en los dos casos, entienden perfectamente lo que tiene que realizar Santo Tomás con sus dedos. Y ese momento esculpen. La simbología de los dedos como manifestación de un determinado tipo de fe, la de naturaleza empírico-racional.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Ya que es domingo, una entrada leve y ligera. Los dedos formando parte de la mano con una simbologia doble: el trabajo conduce hacia el sustento, hacia el poder comer.

En el relato del capítulo III del Génesis, Dios lo dejó muy claro:

Nada, parecer ser que los canteros lo tenían claro:



Esta imagen se encuentra en Santo Domingo de la Calzada, La Rioja.

Tal vez, sea un mensaje de este tipo: el trabajo te proporciona el poder comer tu pan, recordando aquella sentencia del Génesis, cuando la expulsión del Paraíso. Aunque, a veces, como he comentado en otras ocasiones, creo que hay personas que la leen mal y que en lugar de leer "Ganarás el pan con el sudor de tu frente", entienden "Ganarás el pan con el sudor del de enfrente".

Por la herramienta que lleva al hombro y que sostiene con su mano izquierda, el personaje se correspondería con un cantero. Con la mano derecha, la de Dios, se come el pan que se ha ganado con su trabajo. Con la izquierda, la del Maligno, sostiene la herramienta de su trabajo, pues no se debe olvidar que el trabajo nació como fruto de una condena de Dios.
¡Feliz domingo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hoy, reflexionaremos sobre los dedos como expresión de un contenido teológico.

En el Museo arqueológico Nacional, en Madrid, existe un capitel románico que siempre me ha llamado poderosamente la atención por sus detalles, tanto plastícos como simbólicos:



Por sus detalles plásticos, porque, si nos fijamos bien, podemos observar cómo la cruz ha sido trabajada ya en clave artística, con esa forma que recuerda a las cruces litúrgicas.

Por sus detalles simbólicos, en la manera de presentar a los cuatro personajes que acompañan a Jesús. Sin embargo, hoy, me detendré en la comparación de uno de los personajes de los extremos, la Virgen María.

Aunque corresponde a la iconografía de un Descendimiento, Jesús (en teoría, ya muerto) mira hacia su madre con una expresividad que sobrecoge. La Virgen María besa su mano derecha, pero no directamente, ya que lo hace de manera “velada”, tomándola con un velo. Con la otra mano, con la izquierda, le toca el brazo de manera directa. En esos momentos, ni la madre de Dios puede besar directamente a su Hijo, es Dios.

Mientras con el detalle de la mano izquierda, la que toca el brazo, parece querer hablarnos de la naturaleza humana de Cristo; el detalle de la mano derecha, la velada y la que aguanta la mano de Cristo para ser besada por su madre, parece hablarnos de su divinidad.

No se debe olvidar que es el momento de la muerte y que falta toda la experiencia de la Resurrección, la clave para que el Hijo de Dios pueda ser considerado como tal.

Cristo presentado humano es entendido por el gesto de su madre, la Virgen María, como divino.

El teólogo redactor de esta iconografía sabía muy bien lo que se traía entre manos al querer explicar teológicamente este capitel.

Nada, la experiencia privilegiada de la fe en la figura de la Virgen María, la madre del Hijo de Dios, a través de los detallse plásticos menores de los dedos y las manos. Y, de nuevo, la oposición mano derecha-mano izquierda.
Un abrazo a tod@s.

Hola a todos

Hoy, vamos a hablar del simbolismo que puede adoptar un dedo en una representación iconográfica románica, si se ubica en un contexto histórico determinado.

Como tantas veces hemos comentado, tal vez los símbolos románicos estén ante nuestros ojos y algunos de ellos no sepamos encontrarlos:



En este capitel del claustro de Santa María de Tudela, Navarra, sobre el tema iconográfico de la duda de Santo Tomás, existe una variante respecto al relieve del claustro de Silos:



En Tudela, Santo Tomás sostiene el brazo de Cristo desde la altura de su muñeca. También se da otro detalle plástico: Cristo tiene el pulgar de su mano izquierda apuntando hacia su nariz o centro de su cara.

En 1157, en la catedral de Tudela, había acabado el Magister Robert de Ketton (apodado el inglés, el arcediano de la Valdonsella que en el Cartulario de Santa María de Uncastillo es conocido como el Magister Robert) como canónigo por expreso deseo del rey Sancho el Sabio de Navarra.

Otras veces hemos escrito que el modelo de fe de Santo Tomás representa el conocimiento que proporcionan las ciencias experimentales, esas que necesitan de la experimentación y de los instrumentos.

Al contemplar este magnífico capitel historiado, siempre me ha venido a la cabeza la anécdota histórica del establecimiento de una medida de longitud inglesa, la yarda.

La yarda fue introducida por el rey Enrique I de Inglaterra (1068-1135) de quien se dice que la estableció tomando como referente la distancia existente entre la punta de su nariz y el extremo del dedo pulgar de su mano teniendo extendido su brazo.

Más o menos lo que se nos viene a representar en el capitel de Santa María de Tudela, pero ahora con las proporciones de Cristo, lo que vendría a llevarnos hacia el contexto de la Hagia Sophia, de la Divina Sabiduría, porque nos encontraríamos ante la distancia establecida por el Rey de reyes, el Verbo encarnado de Dios.

Además, teniendo presente el origen de Robert de Ketton y sus conocimientos sobre las ciencias experimentales... Eso, el simbolismo de los dedos.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Como en otras ocasiones he comentado, siempre me ha impresionado esta manera de representar a Adán después del pecado en el magnífico claustro de San Juan de la Peña, Huesca:



Os dejo alguna de las ideas que siempre tengo en la cabeza al verlo:

- Adán ya anda tapado con las hojas de parra, coni simbolo de darse cuenta de que está desnudo, la conciencia personal.

- Adán ya se presenta como viejo y con barba, símbolo de su conciencia mortal, de que es tiempo, pues ha dejado de ser un ser espiritual para convertirse en un hombre.

- Adán se le presenta agarrándose el cuello con la mano derecha y realizando un símbolo trinitario (3) con tres dedos sobre la llamada "nuez o manzana de Adán".

Sobre este último concepto, personalmente, siempre lo he interpretado no sólo como dicen los textos leídos, la nuez o manzana significa que a Adán se le atraganta un trozo en el momento del pecado (aunque hay otra versión más lingüística), sino qie lo he querido ver como algo más espiritual y humano.

Os lo explico. Después de su pecado, para un creyente, Dios no fue malo con el hombre. Por eso, siempre he querido ver en este símbolo la manera de expresar una cosa: el hombre, al pasar de su naturaleza "angelical" (en la que fue creado a "imagen y semejanza de Dios") a la humana, necesita un medio de comunicación, la palabra, también un regalo de Dios trino, los tres dedos.

Ante este Adán, siempre he querido pensar que se trata de un símbolo que expresa: el hombre toma conciencia de su condición mortal cuando habla, es decir, cuando la expresa con palabras.

Entonces, tiene varias opciones existenciales como caminos por los que transitar la vida:
1. El miedo al vacío y la angustia de que no hay nada más
2. La aceptación de la vida por la vida
3. La fe que da la esperanza en otra vida mejor.

Y es que, en cuando a su función anatómica, no se debe olvidar el siguiente dato:

Por cierto, ¿cómo deben comunicarse los ángeles? ¿Y Dios? ¿Y los ángeles con Dios? Eso, la simbología de los dedos.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Continuemos con otro ejemplo del símbolo trinitario de los tres dedos, pero realizado por un personaje que no es Cristo. En el caso anterior de San Juan de la Peña, hemos visto a Adán desarrollando este símbolo.

En las esculturas del templo de San Miguel, en Biota (Zaragoza), algunos de sus personajes hacen con sus dedos el signo trinitario.



Este es, por ejemplo, el caso del rey Melchor cuando besa el pie de niño Jesús. Al hacerlo, Melchor evidencia una conciencia teológica: está besando a un hombre-Dios que es trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Este es un detalle plástico que no ha podido salir de forma inconsciente de la cabeza de un escultor. Alguien ha dirigido esa manera de realizar la mano del rey que besa al NIño-Dios, al Rey de reyes.

Un abrazo a tod@s