Ok, Siloé; vayamos un poco más despacio sobre algunos detalles de la vida de Orueta:
Fuente: Archivo Orueta. Archivo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC)
http://biblioteca.cchs.csic.es/archivos/oruetaRicardo de Orueta y Duarte nace en Málaga en 1868 en el seno de una familia vinculada estrechamente a la Institución Libre de Enseñanza. Desde muy joven manifiesta gran interés por el arte y a los dieciocho años viaja a Paris para estudiar escultura en la Escuela de Artes Decorativas, pero por circunstancias familiares tuvo que abandonar estos estudios y comenzar la carrera de Leyes.
Los primeros años de su vida transcurren en su ciudad natal y están marcados por la amistad con una nutrida generación de intelectuales malagueños: Manuel Altolaguirre, Moreno Villa y los hermanos Jiménez Fraud, con los que mantiene una gran relación que se verá reforzada por el traslado a Madrid de todos ellos, y siendo conocidos desde entonces como la "Peña malagueña".
Cuando llega a la capital, en 1911, por mediación de Francisco Giner de los Ríos, amigo personal de la familia Orueta, comienza a trabajar en un despacho de abogados, pero Orueta siente que su verdadera vocación son las investigaciones sobre arte. De nuevo, Giner de los Ríos le brinda la oportunidad de entrar a trabajar en la Sección de Arqueología y Arte del recién creado Centro de Estudios Históricos (1910). Se vuelca desde el principio en los estudios que publica sobre escultura española medieval y moderna, centrándose en las figuras de Pedro de Mena y Medrano (1914),
Alonso Berruguete (1917 y 1926), Gregorio Hernández (1920) y José de Mora (1927).
Otros trabajos que destacan en su producción son
La escultura del siglo XI en el claustro de Silos (1930), Un escultor animalista del siglo XIV (1925), sobre los capiteles del claustro de la Catedral de Pamplona, o La expresión de dolor en la escultura castellana (1924), su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1924. También son numerosos sus artículos para la revista Archivo Español de Arte. Lamentablemente, su obra Historia de la Escultura cristiana en España no pudo publicarse, cuyo manuscrito se conserva en la Biblioteca Tomás Navarro Tomás.
Además de su actividad en el Centro de Estudios Históricos, colabora activamente en los cursos para extranjeros, cursos de vacaciones e imparte conferencias en la Residencia de Estudiantes, donde se había establecido desde 1915.
En abril de 1931 es nombrado Director General de Bellas Artes y dimite en diciembre de 1933, posteriormente en febrero de 1936 vuelve a la Dirección, renunciando a su cargo en septiembre de este mismo año.
En su primera etapa, Ricardo Orueta centra su gestión en la creación y reformulación de museos, reforzando el papel de los Patronatos, así como en la tutela y conservación del patrimonio cultural que culmina con la aprobación de la Ley del Tesoro Artístico Nacional de 1933, vigente hasta 1985. En su segundo mandato, marcado por el inicio de la Guerra Civil, apuesta por una política cultural continuista y su labor más destacada consistiría en tomar las primeras medidas de urgencia en la protección de los bienes patrimoniales, a través de la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico.
Tras el cambio de gobierno en septiembre de 1936, presenta su dimisión y es trasladado dos meses más tarde a Valencia. Al año siguiente, se reinstala en Madrid, donde prosigue con sus trabajos en el Centro de Estudios Históricos hasta su muerte el 10 de febrero de 1939.
* Nuestro agradecimiento a Miguel Cabañas Bravo, Investigador del Instituto de Historia (CCHS-CSIC), por sus aportaciones en torno a la figura de Ricardo Orueta.