Efectivamente, querido amigo.
Los inapelables argumentos que permitirían refutar o en su caso priorizar tales aseveraciones, tendrían primero que investigar -al igual que se exige con las otras elucubraciones románicas sobre su procedencia- las características de un sólo hilo que pueda dejar entretejer el razonamiento adecuado para comprender cómo, cuándo y por qué, pudo el claustro románico de El Burgo de Osma -o sus elementos más reseñables- llegar a Madrid.
El primero de estos argumentos nace de la similitud de los capiteles de Palamós con los del claustro de Silos, que como resulta muy evidente en todos los casos, queda justificado en éste planteamiento con el capitel de la 'Última Cena' de la sala capitular de Osma, donde el estilo inconfundible del segundo Taller de Silos es replicado con absoluta fidelización y mimetiza por sí solo las extraordinarias relaciones que existieron entre una y otra localización, realidades que ya han sido esclarecidas por otros estudiosos como el propio Don Gerardo Boto Varela en su
'Ornamento sin delito'.
El segundo de los argumentos, es el emplazamiento actual de ésta sala capitular en el claustro gótico-ojival de la catedral de la Asunción y su ubicación colindante al mismo, 'de espaldas' a su entrada natural desde el crucero sur de la iglesia. Es noticia, que nos facilita el 19/7/1919 el periódico LA ESFERA* (Madrid n.º 290, pág. 15), en un capítulo dedicado a la Catedral del Burgo de Osma en su sección España Artística y Monumental (recopilado en 1914), donde nos indicaba lo siguiente:
La catedral de Osma debió ser una de las más ricas de España. Románica en su origen, aun conserva suficientes restos para poder juzgar de la suntuosidad del templo primitivo, en los ventanales del refectorio, abiertos sobre haces de columnas que rematan en capiteles historiados, y en alguna de las puertas del claustro, cuyos muros de fondo son aún los del patio románico.
Es decir, que el claustro gótico no se levantó sobre la superficie del románico, si no colindante a él y es en esta peculiaridad donde queda igualmente relacionado con el anuncio de la subasta del edificio de la calle Mayor nº 50, de 1843, y que nos ha permitido recrear en esta imagen cenital proporcionada por el sigpac, su presunta ubicación en la Catedral de la Asunción de El Burgo de Osma en el momento actual:

El tercero de los argumentos, es que ningún claustro románico supérstite de la época -ni siquiera Silos (el mejor entre los mejores del mundo)-, guarda esas dimensiones tan regulares de los planos pues el metro no existía en el s.XII, pero tampoco angulares.
El cuarto es que no existían vías férreas entre Madrid y Burgos, hasta 1968. Tampoco vagones de ganchos tan recios, ni poderosas máquinas de vapor tan potentes, capaces en 1931 de empujar las 800 unidades necesarias para la totalidad de las piedras del claustro, como aseguran los postuladores de esa conjetura. La idea sólo de tomar una ruta alternativa que permitiese llegar a Madrid a ese formidable convoy, por la linea de tren hacia Santander, habría colapsado toda la red ferroviaria del país.
Red ferroviaria española con las líneas proyectadas (punteadas) por el Gobierno de Primo de Rivera (Revista de Obras Públicas-1931) [Fuente: Antonio Machines [http://antoniomachines.blogspot.com/2018/01/guadalupe-y-el-ferrocarril.html]Seguimos a la búsqueda de la trazabilidad del espacio claustral, porque en ese patio que ahora se ve, en el centro de la imagen cenital, estaba emplazado el claustro románico de la catedral vieja de Burgo de Osma (So), la diócesis 'hermana' - también según el profesor Boto Varela-, de Silos.
Nuestra teoría, la mía y creo que la de muchos aficionados al románico, es que lo único original del claustro son los capiteles y algunos cimacios; y que estos sí que pudieron llegar en camiones a Madrid desde Burgo de Osma, pero por carretera.
Saludos.
NOTAS:
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