Hola a todos
Hoy, aunque en otras ocasiones ya hemos dialogado sobre este tema y a petición de una lectora de este foro, reflexionamos un poco sobre lo que podríamos llamar una falsa correspondencia, es decir, una equivocación que no deja de llamar la atención tanto por lo significativa que es como por el lugar en el que se produce.
¿Qué proporción de población sabía leer en la época? ¿Cuántos sabían escribir? ¿Y escribir sobre las piedras?
Al escribir en piedra, en el monasterio de Silos, se olvidaron de Santiago el Mayor, el hijo del Zebedeo, el hermano de San Juan Evangelista al colocar los nombres de todo el colegio apostólico en el relieve de la Duda de Santo Tomás.
De entrada, en el relieve, se esculpieron doce apóstoles en lugar de los once discípulos evangélicos que corresponderían al relato. Pero todo se complica al observar los nimbos apostólicos. ¿Conocían muy bien a los discípulos los que labraron sus nombres en los nimbos y, en concreto, a los dos llamados Santiago? En el monasterio de Silos, el primer Santiago es llamado
IACOBVS FRATER DOMINI; el segundo
IACOBI(E) MINORIS.
Si realizamos la suposición de que con el primero quisieran identificar a Santiago el Mayor, el hermano de San Juan Evangelista, resulta que se confundieron, porque el Santiago llamado el "
hermano del señor" es el apodado "
Santiago el Menor".
Citar:
Hijo de Alfeo, es apodado "el menor" para distinguirlo del otro Santiago, hijo de Zebedeo y hermano de Juan. Aparece en noveno lugar en todas las listas de los apóstoles (Mt 10, 3; Mc. 3, 18; Lc 6, 14; Hch 1, 13).
La tradición siempre lo ha identificado con el "hermano del Señor" (Mc 6,3). Es mencionado por San Pablo en su carta a los Gálatas (Gal 1, 19). Se le identifica también con aquél Santiago a quien se le aparece el Señor resucitado (1 Cor 15, 7). Es el autor de la carta del Nuevo Testamento que lleva su nombre.... Se le representa con un libro por haber sido autor de una epístola del Nuevo Testamento, y también con ornamentos episcopales por haber sido el primer obispo de Jerusalén.
(De la página aciprensa)
¿Se equivocaron al esculpir los nombres en Silos y confundieron a un Santiago con el otro, estando presentes los monjes y nada más ni nada menos que en el mismo claustro de Silos? ¿Nadie se dio cuenta de este detalle?
Vistas así las cosas, ¿por qué en el relieve de Silos desaparece
Iacobus Zebedaei en palabras de San Mateo (Mt. 10.2)? ¿Por qué para escribir los dos nombres que creían que representaban a los dos Santiago se abandonan los antropónimos latinos que aportaban las listas oficiales de Mateo (Mt. 10, 2-4), Marcos (Mc. 3, 14- 19), Lucas (Lc. 6, 13-16) y Hechos de los Apóstoles (Act. 1, 13)?
¿Por qué se utilizan, solo en cuatro nombres, fórmulas alejadas de las listas evangélicas: los dos casos sobre Santiago (
Iacobus frater Domini, Iacobi Minoris), el de Tomás (
Thomas: unus de XII) y el de Pablo (
Magnus Sanctus Paulus)?
¿Por qué se busca en citas bíblicas particulares la manera de escribir las dos veces el nombre de Santiago?
No solo se olvidaron a Santiago el Zebedeo, Santiago el Mayor, el hermano de Juan el Evangelista, sino que a la hora de interpretar a los dos discípulos llamados Santiago (
IACOBVS) se equivocaron. Además, en el primer caso,
IACOBI MINORIS, parece ser que vieron la necesidad de alejarse de las cuatro listas en las que se conoce como
IACOBVS ALPHAEI (en nominativo tanto en Mateo como en Hechos de los Apóstoles) y
IACOBUM ALPHAEI (en acusativo tanto en Marcos como en Lucas) y copiaron directamente del versículo 40 del capítulo 15 de Marcos. Pero no todo acaba allí, ya que, en el segundo caso,
IACOBVS FRATER DOMINI, tal vez no sólo sería este nombre la causa del error, sino que parece ser que asistimos a una visión más eclesial de la nomenclatura del colegio apostólico y se parafrasea el versículo 3 del capítulo tercero del evangelio de San Marcos. Además, la N ya se traza de otra manera. ¿Por qué para hablar de Santiago o de los Santiagos se tienen que abandonar las listas oficiales, acudiendo a citas particulares, y se cae en el error?
En principio, estos errores ortográficos no cuadrarían con el perfecto conocimiento de la Biblia que debía tener el teólogo redactor (o los sucesivos teólogos redactores) de este relieve del incrédulo Tomás. Un perfecto conocimiento que se desprende del uso preciso de algunas citas propias o particulares bíblicas a la hora de realizar las inscripciones pétreas.
Veamos estas inscripciones en forma de magníficas fotografías de otra página para que veáis que no decimos nada que no se pueda demostrar empíricamente:
IACOBVS FRATER DOMINIIACOBI MINORISEn Silos, no solo se olvidaron de Santiago el Mayor, sino que se equivocaron. Además, en todos estos siglos, parece ser que ninguna comunidad tuvo la voluntad de corregir el error. ¿Por qué? Una clara equivocación en la correspondencia de los nombres que, todavía hoy, sigue llamándonos la atención.
Un abrazo a tod@s