Hola a todos
Intentaremos concluir este viaje en el tiempo, si se nos permite utilizar esta expresión, con las dos tablas pictóricas que aparentemente están más alejadas del tema que estamos tratando, la teología pentecostal.
Empecemos por la pieza pictórica que presenta así a los ángeles:
El tema parece evidente. El sepulcro vacío de Cristo y una serie de ángeles a su alrededor entre los que destaca uno sentado sobre la piedra. Vayamos por partes. No se debe olvidar que el ciclo litúrgico de la Pascua se concluye precisamente con la Solemnidad del domingo de Pentecostés. Por lo tanto, de nuevo nos estamos situando en la teología del Espíritu Santo.
Si nos fijamos bien, esta tabla pictórica se aleja del imaginario común al que estamos acostumbrados para el día del Domingo de Resurrección. Aquí, en San Román de Toledo, no se representó a un ángel sentado esperando la llegada de las tres Marías o la de María Magdalena. Teológicamente, no toca. Si estamos defendiendo que todo este conjunto iconográfico se explica por la liturgia hispano mozárabe dedicada al domingo de Pentecostés, es evidente que se deben cumplir estos dos principios:
1. No se podía ejecutar una plástica pictórica que llevase las mentes de los que la observarían hacia el día del domingo de Resurrección con la presencia de las tres Marías o con la presencia de María Magdalena.
2. Debía ser un conjunto visual que los oyentes lo identificasen como perteneciente a la liturgia del domingo de Pentecostés.
¿Qué podía escuchar un cristiano mozárabe el día de Pentecostés? Los siguientes fragmento del
Cantus ad Accedentes o Canto de Comunión:
“Alegraos, pueblos, saltad de gozo. Un ángel del Señor se sentó encima de la piedra y trajo la buena nueva. Ha resucitado de entre los muertos Cristo el Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra. Alegraos, pueblos, saltad de gozo….
Vosotros no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado, No está aquí. Ha resucitado, como había dicho.”Aquí sí que se habla de la presencia de un ángel sentado sobre la piedra y se intuye la presencia de otros ángeles, además de remitir este episodio a la resurrección de Cristo dentro del desarrollo de la liturgia hispano mozárabe para la Solemnidad del domingo de Pentecostés. No dice "vosotras", sino "vosotros no temáis".
La resurrección de Cristo abrió la posibilidad de la resurrección general de los hombres, la otra tabla pictórica que nos queda por analizar:
De nuevo, tendríamos que incluir esta pieza iconográfica en un contexto teológico deducido de la liturgia hispano mozárabe de Pentecostés. El domingo de Pentecostés, un cristiano mozárabe de Toledo podía escuchar estas palabras que le hablaban de su futura resurrección en relación con el Espíritu Santo en la llamada
Ad Pacem u Oración de la Paz:
“Por lo cual te rogamos, Dios clementísimo que lo que reconocemos figurado en estos misterios, se cumpla en nuestros corazones. De forma que con espíritu fervoroso, espiritualmente enriquecidos, nos unamos a los prójimos en la paz, saboreando al mismo tiempo tu dulzura. Para que, firmemente radicados en aquel amor que por el Espíritu Santo se ha difundido en nuestros corazones, mereciendo la consolación del Paráclito, merezcamos también ser coronados al llegar tu juicio.”¿Quién está coronado, sino el obispo en esta tabla pictórica? O el siguiente fragmento en la
Illatio o Acción de gracias:
“Es digno y justo, Dios omnipotente, según la pobreza de nuestras posibilidades, proclamar los beneficios de tus dones y celebrar siempre en esta conmemoración anual el don de la salvación eterna que hoy se nos da. ¿Quién se atreverá a callar con ocasión de la venida del Espíritu Santo, cuando a través de tus Apóstoles las lenguas todas de la gentilidad están hablando?”Es decir, la liturgia hispano mozárabe, al celebrar cada año la liturgia de Pentecostés, proclama que
“es digno y justo celebrar siempre en esta conmemoración anual el don de la salvación eterna que hoy se nos da”. Sólo hay que mirar esta última tabla pictórica.
No se necesitan muchas más palabras para explicarlo. Creo que hemos sido capaces de analizar todas las tablas pictóricas de San Román de Toledo a partir de la teología que desarrolla la liturgia hispano mozárabe para la solemnidad del domingo de Pentecostés. Nos parece que, como en el tema de Turégano, ya no nos vale el argumento de la doxa o la opinión para presentar otro tipo de lectura. Ya callo.
Un abrazo a tod@s