Hola a todos
En el estudio del Arte Románico hay que tener presente una realidad: los textos bíblicos recibieron siempre una interpretación teológica. De hecho, hay esculturas que toman todo su significado si se conoce el pensamiento del teólogo redactor del programa iconográfico. Y, entonces, la curiosidad iconográfica todavía nos llama más la atención. Por cierto, si tenéis ganas de leer, no os perdáis el final de esta entrada. Veamos primero un par de imágenes.
Es evidente que, de entrada, puede sorprender la propuesta de una lectura al detalle de una pieza escultórica románica. Sin embargo, es cierto que modillones como los de estas magníficas fotografías de las portadas del monasterio de San Miguel de Biota (Zaragoza), una abadía de canónigos regulares de San Agustín que acabó adscrita a la Orden de Santa Cristina de Somport, los hemos explicado siguiendo como criterio la voz de autoridad de Juan Escoto Eriúgena sin necesidad de ninguna explicación esotérica como proponen y escriben algunos autores. Pongo un solo ejemplo, perdonad que no cite nombres:
Citar:
"Las figuras desnudas que se muestran en Biota simbolizan al héroe renacido tras haber pasado por las entrañas del animal. Este mito está muy enraizado con creencias esotéricas como la alquimia, cuyos iniciados atraviesan también el proceso de tortura-muerte-resurrección para alcanzar un estado superior. Podría inferirse que el Maestro, tan interesado en insistir en este tema, estuviera vinculado a alguna sociedad secreta medieval".
De hecho esta serie de imágenes remiten por su simbolismo a un capitel del antiguo coro de la gran abadía de Cluny. Se trata de un capitel que contiene
el tema iconográfico del pecado original. En concreto:
Citar:
Chapiteau du péché originel. Vue de la face principale: Fin XIe - début XIIe siècle, Cluny, Musée Ochier. Por cierto, toca leer un poco en francés: “L'examen du chapiteau du péché originel, conservé au musée du Farinier de Cluny, fait apparaître un certain nombre de particularités iconographiques que l'on peut mettre en relation avec la pensée et l'oeuvre de Jean Scot. La présence du Periphyseon et d'autres oeuvres de l'Érigène dans la bibliothèque de l'abbaye, à l'époque même de la construction de l'église abbatiale, a été démontrée».
No solo se lee el capitel a través del pensamiento de Eriúgena, sino que está claro que la obra de Eriúgena estaba en la biblioteca de la abadía de Cluny en el momento de la construcción de la iglesia abacial. Y, claro está, se hablan de particularidades iconográficas, lo que por aquí llamamos detalles plásticos menores, como la presencia en este capitel de uno de los detalles plásticos que ya comentamos, el talón de Eva, el calcañar.
En el modillón de la portada de Biota, el dragón le atrapa el pie a la figura porque el teólogo redactor conoce perfectamente esta cita bíblica: “
Y tú morderás su calcañal” convertida en orden sobre la serpiente por Dios mismo y comentada por el propio Eriúgena en la lección teológica que utilizo para leer toda esta portada. No hace falta salir de la teología cristiana. Para que me entendáis, solo transcribo un pequeño fragmento:
Citar:
““Y tú morderás su calcañal”. El calcañal de la mujer son las fantasías, esto es, las imágenes de las realidades sensibles que están expresadas en el sentido… Observa, pues, el sentido dividido en cinco partes, formado por las imágenes de las realidades sensibles, al que pone asechanza la astuta serpiente.”
En la iglesia de San Miguel de Biota se encuentra la imagen que analizamos, el modillón del dragón que muerde el talón o calcañal de Eva (y, por extensión a todo creyente, incluido los clérigos que habitan en esa abadía, ahora se entienden las ropas talares), se reunieron un grupo de hombres sabios enviados nada más ni nada menos que por el gran abad de Cluny, Pedro el Venerable, con la función de traducir todo el conocimiento del mundo árabe. Se trataba de ese mismo conocimiento representado por el árbol de bien y del mal, el que produjo el pecado original.
Estos hombres sabios, como el canónigo inglés Robert de Ketton o el dálmata Herman de Carintia, seguramente un benedictino, no solo habían estudiado con los mejores maestros en teología de Chartres o París conocedores de la obra de Eriúgena, sino que ellos mismos buscaron en el saber, la astronomía, la expresión de la verdadera teología de la luz, de la que Juan Escoto era uno de sus principales maestros, como muy bien conocía el abad Suger de Saint Denís de París. Y Robert de Ketton no solo fue el arcediano de la Valdonsella (territorio al que pertenece Biota, entre otros templos) sino que también acabó su vida como canónigo de la colegiata de Santa María de Tudela.
Los sabios hombres cristianos utilizaron el pensamiento de Juan Escoto Eriúgena en los que consideraron importantes monasterios y principales templos. Hay que volver a leer en francés:
Citar:
"En associant la Mère de Dieu à une révélation théophanique, les sculpteurs et les iconographes faisaient revivre dans la pierre les idées exprimées par des théologiens et mystiques qui tels Denys, Maxime le Confesseur, Scot Erigène ou saint Odilon considéraient que seule l’Incarnation avait rendu aux hommes le don de voir et de connaître Dieu. La confrontation des textes de Jean Scot Erigène au de Maxime avec les trois ensembles sculptés précédemment décrits montre d’ailleurs les liens étroits qui unissaient alors les clercs et les artistes dans l’élaboration d’un style aussi nettement défini que celui de Moissac on d’Angoulême".
Por eso, muy grandes los maestros escultores; pero, al menos a su misma altura, los teólogos redactores de los programas iconográficos cuyo trabajo era previo. Además, no se debe olvidar que el paso del tiempo ha podido relegar, a la categoría de románico rural, a templos y abadías como la de Biota (de la que, por cierto, nos quedan restos de su claustro) que pudieron ser importantes, desde el punto de vista estratégico, en el momento de su edificación.
¡Ah!, me olvidaba, ahora conocemos que
por la abadía de Biota pasaba el ramal del Camino de Santiago que acabó siendo el más efectivo en el Reino de Aragón según el historiador Agustín Ubieto Arteta:
Citar:
"El Camino de Salas –en medio de su trazado se levantó uno de los tres santuarios de fama universal que hubo en Aragón, el de Nuestra Señora de Salas en Huesca– es quizás el más completo de los caminos peregrinos aragoneses, pues, aparte de ser uno de los más largos que atravesaron Aragón, tiene de todo y además en abundancia... La entrada del camino en tierras aragonesas estaba muy bien dotada de hospitales: Albelda, Tamarite de Litera, San Esteban de Litera y Monzón los tenían; en ocasiones, las menos, se iba desde Tamarite a Monzón por Binéfar lo que implicaba un pequeño rodeo. A partir de Monzón, el primitivo Camino siguió el trazado de la vieja calzada romana, pasando por Berbegal y Pertusa para ir a parar a Sangarrén, localidad que, como nos dice Madoz, era “…pueblo de tránsito de Cataluña a Navarra”. Está claro que para entrar en Huesca había que desviarse de la ruta convencional. Desde Sangarrén se encaminaba la vía a cruzar el Gállego lo que se efectuaba a través del puente de Puendeluna. Luego, se llegaba a Luna, una población plenamente peregrina que incluso tenía ubicada en su término una de las tres ermitas dedicadas en Aragón a Nuestra Señora del Camino y que contaba con atractivos espirituales importantes. Se enfilaba luego hacia Biota –donde aún perduran la caseta y el camino del Peregrino– y se salía de Aragón por dos monasterios cistercienses: Puilampa y Cambrón." (Agustín Ubieto Arteta)
Y ya sabemos la relación directa entre el Arte Románico y el Camino de Santiago. Por eso, en este ramal del camino: Luna, Biota, Puilampa, Cambrón. ¿Nos suenan estos nombres por el Arte Románico que contienen? Por eso, igual conviene dejar de ver los templos de Biota, Luna, Puilampa o Cambrón desde la perspectiva del llamado románico rural. Además, en Biota, había una
CASA DEL PEREGRINO, está documentada. Y también existía un
SANTO HOSPITAL, en la actualidad, conocemos su ubicación exacta.
Por eso, en Biota, hay un Arte Románico de primera división y el
Taller de Biota, como magistralmente intuyó la doctora Marisa Melero, fue una realidad.
¡Cuidaos mucho, que esto va para largo!Un abrazo a tod@s