Hola a todos
Dedicado a todas aquellas personas que llevan tantos años siguiéndonos y leyéndonos.En el estudio del Arte Románico, no todo va en una única dirección; por mucho que algunos estudios así nos lo quieran hacer creer. En la época del Románico, había más libertad de pensamiento de lo que comúnmente se nos quiere hacer creer. Pongo un ejemplo, que otras veces ya he comentado, acerca del
concepto teológico de la Doble Creación del hombre y el valor simbóico del número seis.
Está claro que el número seis (6) es un número simbólico para la teología neoplatónica cristiana:
Citar:
"Y éstas por la perfección del número senario, repitiendo un mismo día seis veces, se refiere que se concluyó su creación en seis días, no porque Dios tuviese necesidad de tanto espacio de tiempo, o porque no pudo criar juntamente todas las cosas, y que después ellas mismas con sus acomodados movimientos hicieron los tiempos, sino porque nos significó por el número senario la perfección y consumación de sus obras.
Pues el número senario es el primero que se completa con sus partes; esto es, con su sexta parte, con la tercera y con la media, que son una, dos y tres, sumadas, hacen seis.”
(San Agustín, La Ciudad de Dios)
"Hay también otra razón que de modo admirable prueba la perfección del número seis, por la cual perfecciona a la primera serie de los números ordenadamente en sus partes constituidas. La sexta parte de éste, el uno, obtiene el primer lugar de los números; la tercera, el dos, el segundo; la mitad, el tres, el tercero; la mitad y la sexta, que son el tres y el uno, el cuarto, la mitad y la tercera, que son tres y dos, el quinto; todas las partes de éste simultáneamente añadidas, que son uno, dos, y tres, completan el sexto –esto es, a sí mismo-; todo entero con su sexta, esto es, seis y uno, el séptimo; todo entero, con su tercera, esto es, seis y dos, el octavo; todo entero con su mitad, el noveno, seis y tres; a los que si se añada uno, en el que se establece el fin de todos los números, se realiza la cantidad diez.
Por tanto, si este número perfecto –es decir, el seis- se constituye en la unidad de los números, quien se atreva a negar la eternidad de este número que reflexione y considere primero cómo el Creador de todos los seres perfeccionó toda su obra en este número seis. Donde ha de notarse que no por ello el número seis es perfecto porque en él Dios consumó todos los seres que quiso crear, sino que por el contrario en él creó sus obras, para significar por la perfección del número la perfección de sus obras."
ESCOTO ERIÚGENA, J. Sobre las naturalezas (Periphyseon).
Un número sagrado que habla del hombre hasta en lecciones teológicas plásticas tan hermosas como ésta:
Se trata del famoso
Salterio de Eadwine, datado en 1150Antes de nada, fijémonos en un detalle plástico, la presencia de los ángeles en las esquinas de las seis primeras viñetas, si queréis llamarlas así.
Con este detalle plástico, se está diciendo: la seis primeras escenas para hablar de los seis días de la creación, con la culminación del hombre, sin distinción de sexos, a partir de la visión neoplatónica de Cristo como Logos, como palabra creadora. Todo esto se produciría en el Cielo, el lugar donde habita la verdadera naturaleza de Dios.
Seis escenas, ya sin el detalle de los ángeles, para hablar de la vida de los primeros hombres, a partir de la distinción de sexos y de su visión terrenal.
Nada, en definitiva, en imágenes, la teoría de la doble creación de la que otras veces ya he hablado y no lo digo solo yo:
Citar:
“Tanto Gregorio de Nisa como Eriúgena consideran que la creación entera fue establecida por el solo mandato de Dios… Se entiende que el Carolingio está aceptando del Capadocio la doctrina de la doble creación del ser humano: la primera se realizó en la imagen de Dios, y en ella el hombre tuvo un cuerpo espiritual e inmortal. La segunda ya no es en la imagen, y en ella el cuerpo es diferenciado sexualmente en vistas a la propagación de la especie.”
(José Antonio Pachas, S.D.B., Doctor en Teología Dogmática, Influencia de Gregorio de Nisa sobre Juan Escoto Eriúgena. Aproximación a partir del Periphyseon)
O, lo que es lo mismo, a partir de palabras del propio Eriúgena:
Citar:
“¿Acaso no se da a entender la naturaleza de las dos creaciones del hombre? Ciertamente, primero está escrito: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. He aquí la primera creación, en la que no se ha hecho ninguna mención al limo de la tierra ni tampoco al alma viviente... Evidentemente, primero expresa en singular la simplicidad de la naturaleza antes del delito: “A imagen de Dios lo creó”. Esto mismo -es decir, que el hombre ha sido creado igual a los ángeles pero no permaneció en aquella dignidad sino que inmediatamente comenzó a alejarse del bien.
Sigue la segunda creación, que toma su conocimiento de la división de la naturaleza en dos sexos, división añadida por el castigo de la prevariación: “Los creó macho y hembra”. Pero expresó la división de la naturaleza humana en plural, debido al delito: “Los creó macho y hembra”. Y la semejanza a los animales racionales siguió a esta división: “El hombre fue hecho en un alma viviente”. Dios conformó en la naturaleza humana un nuevo modo de multiplicación por el que había sido animado por el pecado, implantando en la humanidad un modo de sucesión entre ellos, propio del animal irracional, en sustitución de la nobleza angélica.
Ni la Escritura guarda silencio sobre esto. Pues inmediatamente después de la trasgresión, habla de que la naturaleza humana, que era simple antes del pecado, fue dividida después de la caída en el doble sexo.”
(Juan Escoto Eriúgena, Periphyseon)
Además, leyendo esta expresión de Eiúgena,
el hombre ha sido creado igual a los ángeles, se entiende perfectamente la presencia del detalle plástico que he comentado al principio de esta exposición.
Sinceramente, una vez más, creo que acabamos de demostrar que no todas las manifestaciones del Arte Románico son una simple
Biblia pauperum, para los pobres y analfabetos. Además, como trato de explicar durante las últimas entradas que estoy realizando, los detalles plásticos son de suma importancia. De nuevo, muy buenos los artistas del románico; pero, detrás, siempre muy atentos, los teólogos redactores.
Un abrazo a tod@s