Hola a todos
Para tod@s aquell@s a los que les gusta esto... del románico.
Ya que las tormentas de verano vienen y van a su antojo, ¿qué os parece si intentamos prepararnos un atractivo y sugerente cóctel románico, mezclando en proporciones diferentes algo de metafísica con un poco de teología en latín y un mucho de arquitectura ornamental?
Me parece que puede salirnos un cóctel original. ¿Lo intentamos?
Si os parece bien, empecemos el cóctel con el trago duro, es decir, poniendo en la coctelera 1/4 parte de metafísica:
Citar:
“El Ser, en tanto que se manifiesta, es una Trinidad, esto es, es Él y sus principios (principio de identidad y principio de diversidad) y en tanto que no se manifiesta es No-Ser, o Principio.”
(Josep M. Gràcia, Simbólica arquitectónica, pp. 116-117)
Añadamos, con la intención de equilibrar su sabor, 1/4 parte de arquitectura lumínica:
Para mejorar su intensidad aromática, pongámosle 1/4 parte de teología:
“Unitas quasi collectiva et similitudinaria”, o lo que es lo mismo, la concepción de Joaquín de Fiore de la unidad de las tres personas de la Trinidad como una unidad colectiva”
Con la intención de mejorar su sabor final, vertamos 1/4 parte de arquitectura sombría:
Ahora, nos toca agitarlo bien, con golpes secos, pero rítmicos. Mientras lo realizamos, nos podemos ir haciendo esta pregunta sensata: ¿Cómo entender y explicar la unidad divina en la Trinidad y como entender la Trinidad en la unidad divina?
El resultado puede ser la arquitectura ornamental de estos cuatro óculos de un templo consagrado bajo una advocación trinitaria: San Juan Evangelista, la Virgen María y el Espíritu Santo, hacia 1189 según algunas fuentes documentales, o lo que es lo mismo la Abbazia Florense del abad calabrés Joaquín de Fiore.
Espero que el cóctel sea lo suficientemente refrescante, que este bochorno….
Un abrazo a tod@s