Hola a todos
Antes de nada, será una entrada un poco larga; pero espero que les guste a los fieles y callados lectores seguidores de este foro. Volvamos al tema de las curiosidades románicas, ahora en forma de iconografía pictórica, para dialogar acerca del tema de la exaltación de la figura de San Vicente en la Chapelle des Moines de Berzé, en la Borgoña francesa,

Pero el tema central es otro.

Es evidente que no se trata del tema de la Ascensión de Cristo a los Cielos. Allí está la identificación del Apóstol número doce como San Pablo, ese que ofrece un brazo incorrupto de San Vicente.

Tampoco estamos delante del trono en clave apocalíptica, ya que por encima de esta escena está colocado el Agnus Dei y los ángeles.

Además, el trono de Cristo está sujetado con dos manos, como si bajase de más arriba y estuviera en suspensión en un lugar que no es el suyo propio.

¿Ante qué nos encontramos? Se trata de una lección teológica al margen de las iconografías “clásicas” del románico, aunque basada evidentemente en la Biblia.
¿Cuál es el tema de esta magnífica iconografía románica? En la Chapelle des Moines de Berzé, se reprodujo el concepto teológico del llamado Tercer Cielo. Precisamente, la presencia de San Pablo junto al resto de los Apóstoles es lo que justifica este tema. Además, todos los personajes son hombres que han alcanzado ya su santidad. Todos están connotados con aureola o nimbo, incluso los personajes que hablan de la Iglesia terrenal. Además, los ángeles están en un estadio superior. ¿Por qué?, porque los ángeles son superiores en contemplación a los hombres.
El tercer cielo es el contemplativo, aquel al que llegó San Pablo, tal y como lo testimonia él mismo en el capítulo XII de su Segunda Carta a los Corintios:
Citar:
“1 ¿Que hay que gloriarse? - aunque no trae ninguna utilidad -; pues vendré a las visiones y revelaciones del Señor. 2 Sé de un hombre en Cristo, el cual hace catorce años - si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe - fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y sé que este hombre - en el cuerpo o fuera del cuerpo del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe.”
Como define Santo Tomás en su Suma Teológica (Parte II, cuestión 175), el tercer cielo es el que pertenece a la contemplación intelectiva. ¡Vaya definición del tercer cielo para unos monjes, los de Cluny, dedicados precisamente a eso durante toda su vida, a la meditación contemplativa.
¿Quién puede contemplar ese tercer cielo? Precisamente, las almas de los santos. Ahora es cuando volvemos al inicio. ¿Qué está haciendo San Pablo con ese brazo incorrupto? Está presentando a Cristo, en el tercer cielo, a un nuevo santo: San Vicente, diácono y mártir. ¿Qué personajes eclesiásticos hay representados como santos a los pies de los Apóstoles? Está claro que se ve bien a un diácono y a su obispo. Tenemos un diácono mártir y, arriba, está representada la iconografía del Agnus Dei, símbolo del martirio de los martirios, el del propio Dios en su Segunda Persona, la del Hijo, Cristo.
Ahora, viene lo más difícil. ¿Por qué se le rinde culto a San Vicente en la Borgoña francesa? Porque es el patrón de los vinateros. ¿Desde cuando se le da culto a San Vicente en la Borgoña francesa?, desde la Edad Media. Así lo explica la Asociación Vía Vicentius Valentiae-Vía Romana de la que os coloco un enlace con el título “El fervor de San Vicente en Francia como patrón histórico de los vinateros”, artículo en el que también se habla del brazo.
(
http://viavicentius.blogspot.com/2008/0 ... -como.html)
Por cierto, en Cluny también sabían mucho de viñedos y de vino, ¿no? Solo hace falta contemplar esta fotografía actual de los exteriores de la capilla para contemplar cómo, a su alrededor, todavía hay plantados viñedos.

En la Chapelle des Moines de Berzé, se representó una lección teológica que exalta la figura de un diacono mártir, San Vicente y de un patronazgo.
Un abrazo a tod@s