Sacred Destinations.
Para los peregrinos, el punto culminante del duomo de Lucca, se encuentra en el Volto Santo ("La Santa Faz"), una gran talla de Cristo crucificado, ubicado en el interior.
Según una leyenda medieval, Nicodemo habría sido el autor de la escultura, pero temía por si la cara de Cristo no haría justicia a los dramáticos momentos que recordaba haber contemplado durante el descenso de su cuerpo. En su preocupación se quedó dormido y al despertar encontró el rostro bellamente tallado por la milagrosa mano de un ángel. El crucifijo de la Santa Faz habría sido enterrado en una cueva para su custodia, donde permaneció olvidado durante siglos.
Según Sacred Destinations, Fue redescubierto por el obispo Gualfredo, quien iba en peregrinación a Tierra Santa, cuando su ubicación le fue revelada en un sueño. Para permitir a Dios decidir si el crucifijo se debía mantener oculto, el obispo lo introdujo en un barco a la deriva y sin tripulación, a través del mar Mediterráneo.
Es así como el Santo Rostro llegó a las costas del norte de Italia, donde el Obispo de Lucca, también impulsado por un sueño, lo puso en un carro sin conductor, para que donde detuviera su rumbo determinase su ubicación final. Los dos bueyes que tiraban de la carreta se pararon por su propia voluntad en Lucca en el año 782.
El Volto Santo se colocó en la Iglesia de San Frediano, pero a la mañana siguiente, se encontró que había sido milagrosamente trasladado a San Martino. Por esta razón, la leyenda explica, que San Martino fue designada como la catedral de Lucca, un honor que hasta entonces recaÍa en la iglesia de Santi Giovanni e Reparata (ver también el baptisterio de San Juan en el banco de fotos).
Como de costumbre, la historia real sería probablemente un poco menos emocionante. No hay ninguna mención conocida del Volto Santo antes del siglo XI y por razones estilísticas se aproxima más a una copia del siglo XIII, aunque el original puede basarse en un modelo anterior, tal vez una obra siria del siglo VIII.
La Santa Faz de Lucca fue muy venerada en la Edad Media y atrajo a peregrinos de toda Europa. Muchas copias fueron hechas y distribuidas, incluso en Lucca se produjeron emisiones de monedas con su imagen estampada, y el francés medieval inventó un santo relacionado con el crucifico, St Vaudeluc, una corrupción de su nombre en latín (vultum de Lucca). El rey Guillermo II de Inglaterra (d.1100), se dice que realizaba sus juramentos por el
Vultum de Lucca ("por la Santa Faz de Lucca").
Hoy en día el Volto Santo sigue ocupando un lugar de honor en San Martino, cerca de la parte delantera de la nave en el lado izquierdo. Se encuentra dentro de un templete de oro del Renacimiento (tabernáculo) realizada por Matteo Civitale en el siglo XV, y sólo puede ser visto a través de unas rejillas que cubren la parte delantera. En el Templete, el crucifijo se encuentra sobre un fondo rojo vibrante, flanqueado por un par de ángeles de bronce volando.
El Santo Rostro es una bella obra de arte devocional, tallado en oscura madera de cedro. El cuerpo de Cristo es tan grande como la Cruz, sobre la que ae muestra de cuerpo entero, vestido con túnica pintada de negro y largas mangas, vestimentas que recuerdan las utilizadas por otras tallas de clara influencia bizantina como la Maiestas Batlló. El Santo Rostro es barbudo y mira hacia abajo desde la cruz con una expresión solemne, resignada. La cara muestra el color marrón oscuro de la madera, con la barba, el pelo y los ojos pintados de negro.