Hola a todos
Xavi, muy buen tema. Intentaremos ayudar en lo que podamos. Como comentas en tu primera entrada, es verdad la manera tan amable que tiene mosen Solà de atender a las visitas, como hace algo de tiempo pudimos comprobar en persona. Con tu permiso, vamos un poco a la teología de las pinturas de Puig-reig y, en concreto, al tema de La Anunciación. Ya aviso que, igual la entrada sale algo larga. Espero que merezca la pena
Primero cuatro sencillas preguntas:
1. ¿Por qué una Anunciación en la que se produce de forma conjunta la presencia de la Virgen María y de San José?
2. ¿Por qué a la Virgen María se la connota con los ojos abiertos y a San José con los ojos cerrados?
3. ¿Por qué San José es el único de los cinco personajes (el ángel, la Virgen, San José, la Virgen, su prima) que fue connotado sin aureola o nimbo de Santo?
4. ¿Qué sostiene la Virgen María en la mano izquierda?
Como todos conocemos, el relato de La Anunciación se produce en el evangelio de San Lucas (I, 26-38) justo antes del relato de la Visitación a su prima Santa Isabel. En el relato de Lucas, no aparece la figura de San José. Sin embargo, en el evangelio de San Mateo (I, 18-25) se produce el famoso Sueño de San José en el que se da tanto la presencia del ángel como se habla de la Virgen María.
Otras veces ya hemos comentado que el teólogo redactor de estos programas iconográficos en los que se unen en un mismo tema estos dos evangelios contaban con textos de naturaleza teológica como el siguiente: “También el ángel dice a María:
“el Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra”. Y el mismo ángel dice a José: “José, hijo de David, no abandones a tu esposa. Pues lo que en ella ha nacido proviene del Espíritu Santo”. Según estos testimonios y otros semejantes, ¿no se nos da a conocer y a creer que el Hijo, según la carne, ha sido concebido y ha nacido del Espíritu Santo?” (Juan Escoto Eriúgena, Periphyseon). Textos que podía utilizar como voz de autoridad para justificar que había colocado juntos a la Virgen (con los ojos abiertos) y a San José (durmiendo) porque el mismo ángel les había hablado de que el hijo que tendrían era el Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo.
Esa obra del Espíritu Santo que parece querer indicar la pluma que sostiene la Virgen María con su mano izquierda junto a un San José connotado como hombre, es decir, sin aureola o nimbo de Santo. Mientras la Virgen es connotada con aureola y esa pluma símbolo del Espíritu Santo, es decir, como el símbolo de la divinidad de ese niño que nacerá, San José se connota como hombre, ¿por qué?
Precisamente, la figura de San José sirve para hablar de la humanidad del niño que nacerá y, en concreto, de su linaje, el de la casa de David. La tradición cristiana intentaba resolver un problema teológico: ¿cómo puede llamarse a Jesucristo “hijo de David”, si la Virgen María no es una hija de David y la genealogía que se presenta en el evangelio de San Lucas no era correcta? Quedaba el evangelio de San Mateo y su genealogía y voces autorizadas como la de San Agustín quien afirmaba que, si en virtud del matrimonio de José con María, Jesús pudo llamarse hijo de José, por la misma razón pudo llamarse “hijo de David”. De ahí, la importancia de la presencia de San José en esta magnífica Anunciación pictórica de Puig-reig.
Esta Anunciación de Puig-reig está hablando de la doble naturaleza de Cristo. Mientras con la Virgen María se está representando la divinidad del Niño Dios que nacerá a través de ese símbolo de la pluma; con la presentación de un San José sin aureola se presenta su humanidad, su linaje, el de la casa de David, ese “
José, hijo de David. Es decir, como afirmaba Eriúgena:
“Según estos testimonios y otros semejantes, ¿no se nos da a conocer y a creer que el Hijo, según la carne, ha sido concebido y ha nacido del Espíritu Santo?” Ya callo.
Un abrazo a tod@s