Hola a todos
Para que se acabe de entender el enigma del que hablábamos en la última entrada, algunas ideas sobre las que hemos hablado en otras ocasiones.
Hasta ahora, la inmensa mayoría de los estudios sobre arte románico se quedan con lo que ven los ojos a primera vista, el trabajo del maestro escultor. Y, entonces, se habla de estilemas o de rasgos formales y de sus líneas de evolución e influencias. De hecho, muchas veces, en los diferentes estudios, ni se tienen en cuenta el pensamiento que se esconde en las piedras. Es decir, no se habla del llamado teólogo redactor del programa iconográfico y del pensamiento que difundía en esas imágenes.
Además, en ocasiones, el posible viaje del pensamiento no cuadra con el itinerario que se supone que hicieron los estilemas o rasgos formales de los maestros escultores que ejecutaron los programas.
Como hemos dialogado en otras ocasiones, el símbolo del Espíritu Santo sufrió una mutallación en un lugar como el monasterio de Silos. De hecho, creemos (si la memoria visual no nos engaña) que es la única imagen, en todo el claustro, que ha llegado rota o partida hasta la actualidad.
Esta mutilación se repite en otras imágenes que también tienen que ver con un tema iconográfico considerado propio en el arte románico desarrollado en España: el de la Trinidad Vertical en clave de Encarnación. Sobre este tema, se pueden hacer tres rápidas consideraciones.
1. En el arte románico hispánico, la iconografía de la Trinidad Vertical como Paternitas no se produjo en ninguno de los territorios de la Corona de Aragón.
2. La Trinidad Vertical como Paternitas se ejecutó en Navarra (San Nicolás de Tudela), Castilla (Santo Domingo de Soria, Santo Domingo de la Calzada, Monasterio de Silos) y en León-Galicia (Santiago).
3. Estas representaciones iconográficas de la Trinidad Vertical como Paternitas acabaron sufriendo mutilaciones en la figura de la paloma, el símbolo del Espíritu Santo.
Volvemos a poner una segunda prueba, ahora en San Nicolás de Tudela, Navarra:
El tema de la Trinidad Vertical en forma de Paternitas se puede explicar con la filosofía teológica de Joaquín de Fiore. (Duval, P.,
Las iglesias de Tudela: Santa Magdalena y San Nicolás. Contribución al estados del culto al Espíritu Santo en los siglos XI v XII. También se puede consultar: Ezquerra Lapetra, F,
¿Teólogos itinerantes? Pensamiento teológico y expresión artística en el románico. Acerca de la posible influencia de la filosofía teológica de Joaquín de Fiore en la iconografía románica de Tudela, Navarra; Ezquerra Lapetra, F,
Identidad intelectual y ejecución escultórica. Reflexiones en torno a la obra del tradicionalmente llamado segundo Maestro de Silos.)
De estos últimos artículos, se desprende que existió un hombre, Raniero da Ponza (1130-1208?), que bien pudo traer las ideas de Joaquín de Fiore a las tierras de algunos reinos cristianos del norte peninsular. Se trata de un monje cisterciense como Joaquín de Fiore que no sólo fue el amigo personal de Fiore sino también el primer monje que se retiró con él al monasterio de Fiore, cuando ambos abandonaron la disciplina cisterciense.
Pero, además, Raniero da Ponza fue legado Papal de Inocencio III. ¿Dónde y cuándo? Ante los reyes de León, Castilla, Navarra y Portugal entre 1198-1202. Además, Raniero da Ponza está considerado el primer inquisidor contra los Cátaros. ¿Pudo traer Raniero de Ponza las ideas de Joaquín de Fiore? ¿Tenía poder para decidir sobre las iconografías? Está claro que sí. Además, su misión se produce antes de la condena formal de parte del pensamiento trinitario de Joaquín de Fiore, es decir, el IV Concilio de Letrán de 1215.
La Trinidad vertical en su visión de la Paternitas se desarrolla, precisamente, en los territorios pastorales de Raniero da Ponza.
Además, conviene recordar que Raniero da Ponza no ejerció de legado papal en ninguno de los territorios de la Corona de Aragón. De hecho, el territorio pastoral de Raniero da Ponza excluyó estos territorios.
Pero esta prueba del pensamiento nos propone que nos encontramos ante un posible cambio en la idea del recorrido de esta iconografía; ahora, hacia el oeste (Navarra, Castilla, León, Galicia) el mismo camino que, por lógica, viniendo desde Italia y entrando por Francia como inquisidor contra los cátaros, tuvo que llevar Raniero da Ponza, el legado papal.
Sin embargo, estas ideas acaban comprometiendo las tesis que defienden la irradiación de esta iconografía a partir de la ejecución plástica, del recorrido de los estilemas o rasgos formales, es decir, a partir del arte del llamado segundo maestro de Silos. Eso de los enigmas de la iconografía románica.
¡Feliz fin de semana, que se ha acabado el ciclo de las fiestas de Navidad!Un abrazo a tod@s