La principal emotividad del paisaje románico, realmente es una confluencia de sucesos, entre los que influyen de la misma manera los climatológicos:
AZCONA (Navarra)En algunos casos se me sugirió por qué no capté un arcoiris mejor definido en esa fotografía. Y la verdad, sólo hay una respuesta: Hacía una recia ventisca de nieve en lo alto de la población (aunque apenas se percibe en la fotografía) y no pude siquiera poner el trípode, con lo que la imagen, efectuada con un teleobjetivo de longitud focal 100-400, fue la única instantánea que pude obtener con las manos todavía operativas ante el frío reinante...
Fotografías como ésta -o la de Tella-, no son fáciles de conseguir en una segunda ocasión, porque hay que estar hay en el momento preciso en el que decide el paisaje y el clima, en ambos casos y aunque es seguro que se puedan obtener mejores tomas, más profesionales, ya nunca será la misma fotografía.
Es la ventaja del gran aficionado al románico.