Hola a todos
¿Pudo formar parte el trabajo escultórico del conocimiento como camino hacia Dios?
¿Pudieron o no pudieron tener formación teológica algunos escultores?
A juzgar por la presunción del magister de Revilla de Santullán, Palencia, retratarse esculpiendo y sentado a la mesa del Señor, creo que, con este detalle iconográfico, él mismo estaba otorgando cierto contenido espiritual no sólo al resultado final de su obra sino también al hecho material de esculpir.
Pero, en Revilla de Santullán también está el que ha identificado como el comitente:
De entrada, sorprende que un hombre culto (pues a juzgar por el libro abierto en las manos se quiere dar la impresión de que sabe leer) sea connotado con la barba; ya que, a modo de ejemplo, parece ser que el afeitarse la barba era una de las características visibles que diferenciaban a un monje de escritorio del monje que no lo era.
Sin embargo, es evidente que han llegado hasta nuestros días evidencias de la existencia de maestros canteros con una gran formación tanto jurídica como teológica. Se trata de un escultor orgulloso de su cargo eclesiástico. Nada más ni nada menos que relacinado con el gran monasterio italiano dedicado a la memoria de la aparición de San Miguel, el 8 de mayo, del Monte Gárgano.
En su santuario, esculpió un maestro cantero que acabó firmando como
ARCHIDIÁCONO ACCEPTUS:
Citar:
“Di particolare interesse i resti dell'ambone (1041), scolpito dall'arcidiacono Acceptus (il più antico scultore romanico pugliese di cui si conosca il nome, a lui è stato attribuito anche il leggio e l'ambone della Cattedrale di Canosa di Puglia), composto dal leggio, dall'aquila e dai capitelli.”
Está claro que se sentía muy identificado con el tema de la imagen:
(Alberto Gentile, Monte Sant’Angelo, artículo electrónico)
El águila de San Juan Evangelista, el gran símbolo evangélico para todo canónigo, al representar los dos modelos de comportamiento en torno a la salvación del alma: la personal (a la manera de los monjes con vida claustral en los monasterios), la de su feligresía (a través de la predicación y la vida entre los hombres).
Además, este dato, la existencia de un maestro escultor archidiácono o arcediano, rompe con el tópico historiográfico de que los maestros canteros sólo eran unos hombres analfabetos que ejercían un oficio.
Un abrazo a tod@s.