Y es que el santoral católico no recoge otro día más señalado para ese 18 de abril, en que el sol de poniente traza un haz paralelo con tan precisa exactitud al eje canónicamente orientado de la nave, desde el mismo punto o azimut del horizonte hacia donde se ubican las coordenadas geográficas de Santa María de Tomiño: 285.6º Wwnw.
La orientación de los templos cristianos hacia diferentes efemérides astronómicas, parece tener su precedente en el Concilio de Nicea (325 d.C.). donde se estipuló conmemorar la muerte de Jesús el mismo día que relataban los evangelios. No sería sin embargo hasta Dionisio el Exiguo -monje católico que vivió entre los años 460/465 a 525/550- que se fijarían las fechas del nacimiento y muerte de Jesús, para que "los años fueran contados a partir del primero de Enero siguiente al nacimiento de Cristo".
Que lo hiciese bien o mal, que no haya contado el año cero, que se haya olvidado 4 o 5 años más o que el verdadero nacimiento de Jesús fuese en Abril y no en Diciembre, será -si se quiere- materia de otros matices, pero finalmente fue Dionisio quien propuso a la Iglesia -gracias a sus escritos y posteriores estudios- que se aceptase el Viernes 7 de Abril, como el día que murió Cristo: El primer Viernes Santo de la Historia.
Pero la contaduría numérica habría de ajustarse a los ciclos metónicos de la luna -19 años tropicales y 235 meses sinódicos difieren algo más que en 2 horas al tiempo sidero-, que para más complejidad, vuelve a recuperar su ciclo anual cada 19 años aproximadamente, con lo que la precesión de los domingos de Pascua, ni es sucesiva de un año para otro, ni completamente cronológica para todos los días comprendidos entre el 21 de Marzo y el 18 de Abril, por lo que fue necesario perfeccionar el algoritmo promulgado por Hillel II (Nasi del Sanedrín entre los años 320 y 385) para una mayor precisión en el cálculo de la fecha cristiana en contraposición con la hebrea.
Como el primer día de esta fase lunar se sitúa necesariamente entre el 7 de marzo y el 5 de abril, la fecha de la Pascua caía entre el 21 de marzo y el 18 de abril, según el criterio generalizado en aquella época de utilizar el mes lunar de 29,5 días. Veamos un ejemplo:
7 de marzo + 14 días = 21 de marzo (fecha más temprana)
5 de abril + 14 días = 18 de abril (fecha más tardía)
Calculando de otra manera:
20 de marzo (último día de invierno) + 29 días = 49
49-31 = 18 de abril.
En aquellos tiempos, al igual que hoy, se regían por el calendario lunar, y empezó a celebrarse que el Domingo siguiente a la primera luna llena de Primavera, fuese el Domingo de Resurrección. Es decir, el primer Domingo que sigue a la decimocuarta noche de lunación, la luna llena del mes de Nissan del mes judío, como se narra en las Escrituras. Aún así, la Pascua cristiana no podía coincidir con la Hebrea, que se celebra el mismo día en que sucede la lunación, sin tener en cuenta si es domingo o jueves. Por eso el 21 de marzo desapareció como fecha de pascua para algunas congregaciones cristianas tras Nicea, aunque parte de la iglesia cristiano celta continuó con su ritual de cálculo hasta el sínodo de Whitby (664) y en en el caso de países como Suecia, hasta el siglo XIX.
Domingos de Pascua en la iglesia cristiano celta: Johan Gustaf Liljegren en Run-lära. P.A. Norstedt, 1832 - 220 páginas. -Googlebooks https://books.google.es/books?id=mQUOAA ... ra&f=false Y es que en el calendario celta, los días comenzaban a contarse a partir del ocaso. Por eso vemos en la Pask Tafla, cómo el día 21 todavía se consideraba fecha de Pascua en Suecia en 1671 y así parece datarse en la inscripción de Biota (21 y 22 de Marzo de 1144), por ejemplo...(continuará)