Hola a todos.
Calatrava, tranquilo; a veces y lo escribo por propia experiencia, hacen falta años para encontrar una buena referencia iconográfica de contraste. Mucho ánimo y espero que tengas suerte.
Sigo un poco con este tema de los capiteles temáticos. A simple vista, ¿qué tienen en común el capitel de la iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo con el tema iconográfico del Sueño de los Reyes Magos con el mismo tema tratado en Santo Domingo de Soria?
Lo que es obvio para la ortodoxia:
a) El número de los reyes: tres. Un número que no figura en ningún relato bíblico canónico y que se acepta por la deducción del número de las ofrendas: oro, incienso y mirra. (Mt. 2, 11)
b) La existencia de un sueño anticipatorio que obliga a los reyes a marchar sin volver a encontrarse con Herodes (Mt. 2, 12)
¿Solo esto? En cuanto al soporte teológico de la iconografía sí. ¿No comparten nada más? Algo sí, pero poco: en la construcción de la imagen pétrea, los tres reyes comparten cama y el ángel que se les aparece en sueños (la presencia del ángel en el sueño tampoco es recogida por el relato bíblico, aunque es deducible:
“2:12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”.) surge de un mar de nubes, compuesto por cuatro capas en ambos casos, aquello de la referencia a las cuatro naturalezas del cristianismo neoplatónico.
¿Nada más? Tal vez, no. A partir de aquí, las diferencias:
1. Es evidente que los reyes utilizan barberías diferentes. La barbería indica un contexto sociológico diferente: mientras en Villafranca del Bierzo parecen unos reyes “más europeos”; en Soria, se les presenta con cabellos más “a lo afro”, si se me permite escribir así.
2. Mientras que en Villafranca cada rey utiliza una almohada individual, en Soria comparten una única y lujosa almohada. No todo acaba aquí. En Villafranca, parecen dormir al raso, bajo las estrellas, aunque se produzca la presencia de ese arco. Por el contrario, en Soria se esculpieron claramente a cubierto, en palacio regio o bajo la protección de la iglesia. Mirad también la diferencia del lujo de la ropa de cama: en Soria, sí que son reyes.
3. En Villafranca, los reyes y el ángel comparten el mismo eje vertical en sentido ascendente, hacia el cielo. En Soria, la escena separa en dos la acción del ángel del sueño de los reyes.
4. En Villafranca, parece que los reyes duerman juntos y hasta que se abracen. En Soria, dos duermen hacia un lado y el tercero en posición contraria produciéndose la alteración del orden de las tres edades del hombre. Es como si la madurez y la vejez protegiesen a la juventud, que es el rey colocado en medio de la cama. En Villafranca, no logro ver bien este detalle, aunque me parecen ordenados por las edades: juventud, madurez, vejez del hombre.
Podríamos seguir señalando otras diferencias iconográficas menores, pero resulta que son estos detalles plásticos los que nos ayudan a interpretar de forma correcta estos dos capiteles en su contexto teológico determinado: el conocimiento de la Revelación de Dios puede compartirse de dos maneras diversas.
Este es el tema iconográfico que ambos capiteles muestran: la diferente manera de aceptar la Revelación de Dios y, en consecuencia, dos maneras personales de interpretar la fe.
Los reyes duermen en la misma cama porque comparten la misma experiencia de fe: la Revelación directa de Dios; pero, a partir de aquí, pocas cosas más en común y cada imagen potencia las diferencias de su interpretación en cuanto a lo que cada teólogo redactor entiende que debe ser el modelo de la fe. Vayamos por partes:
A) Villafranca:
La Revelación de Dios es una experiencia íntima y cercana al hombre. El ángel colocado junto al oído del primero de los reyes vendría a significar la fe como experiencia y conciencia interior y, de ahí que, cada rey apoye su cabeza en una almohada diferente. La fe se comparte, por eso los reyes duermen abrazados. Sin embargo, la fe no deja de ser más que la íntima vivencia de una experiencia personal.
B) Soria:
La experiencia de Dios vista en clave eclesiástica. El ángel explica el sueño a la manera de un predicador, es decir, el ángel alecciona a los reyes sobre la interpretación correcta del sueño. Mirad la posición de su mano y el dedo amenazador, mientras el Villafranca recoge la mano sobre el cuerpo. Los tres reyes comparten el mismo cojín de la fe, en definitiva, los mismos dogmas, la ortodoxia a seguir. Los reyes deben interpretar de la misma manera el sueño porque es una orden directa de Dios explicada en forma de consejo o, tal vez, amenaza.
Para acabar. Opino que mientras en Villafranca se interpreta la fe de los reyes como una experiencia personal, en Soria hay ya una visión eclesiástica de este pasaje bíblico. En Villafranca se da un contexto de libertad ideológica; en Soria un contexto de ideología guiada. Pero todo esto no es más que una opinión al margen de todo el contexto iconográfico en el que cada imagen está inserta.
Cuidaos mucho y un abrazo a tod@s