El estudio de la cultura arquitectónica alto medieval de la Península Ibérica se encuentra en un momento de renovación y contrastación caracterizado por la aplicación del método arqueológico.
Especialmente, la estratigrafía permite abordar el estudio de las técnicas constructivas y otorgarlas un nuevo valor como potencial elemento diferenciador entre las distintas series arquitectónicas. Así se convierte en una de las claves para comprender las singularidades y las diferencias de las arquitecturas tardo antigua y alto medieval.