"Fundados en el primer tercio del siglo X, por los reyes de Pamplona, a raíz de la reconquista de la Rioja por Sancho Garcés I, los monasterios de San Martín deAlbelda y de San Millán de la Cogolla desplegaron una intensa actividad artística en sus respectivos escritorios. Ambos contribuyeron con su esfuerzo a transmitir el inmenso y rico legado cultural y artístico de la España visigoda, recreando un neovisigotismo iconográfico único en estos siglos. No obstante esta tradición hispana fue enriquecida por las influencias foráneas provenientes de la Francia carolingia y en algunos casos también del mundo musulmán. Además, los miniaturistas de Albelda y San Millán desarrollaron su cometido en estrecho contacto con la labor que otros artistas desempeñaron en otros centros monásticos hispanos, lo que se evidencia en los influjos recíprocos que tuvieron lugar entre unos y otros a lo largo de los siglos X y XI"