"El renombre de Diego Gelmírez, obispo inicialmente, más tarde arzobispo de Santiago deCompostela (1100-1140), presenta abundantes vínculos con Francia. Se asocia a la abadía borgoñona de Saint-Pierre de Cluny, al maestro de la elocuencia que hizo venir de Francia, a los canónigos a quienes hizo partir, a Raimundo de Borgoña, conde de Galicia, al hermano de éste, el papa Calixto II, a la elaboración del Pseudo Turpín y de la Guía del peregrino a Santiago de Compostela, al viaje que realizó a Roma en 1105 atravesando Francia y al que quiso hacer en 1119 a Clermont, al “camino francés”. Este artículo estudia la tradición historiográfica que subyace a este papel atribuido a Francia, analiza las políticas emprendidas por Hugo de Cluny y Richard de San Víctor de Marsella en época de Alfonso VI de Castilla y León, presta atención a las alianzas establecidas por el prelado compostelano a lo largo de los decenios de administración de su iglesia, y muestra cómo, en circunstancias difíciles debido a exigencias reales y pontificales, Diego Gelmírez supo utilizar en su propio beneficio y en el de su sede todos los poderes extranjeros, eclesiásticos y laicos de su tiempo."