La Iglesia de Santiago de Villazón, localizada en un posible asentamiento romano, posee un origen medieval y ha ido sufriendo diversas transformaciones a lo largo del tiempo, como la realizada en el S. XVIII y que le ha proporcionado su configuración actual. Las diversas reparaciones realizadas desde entonces no habían bastado para garantizar su permanencia y el edificio se hallaba en peligro. La Providencia – de la mano de Jerónimo Arango Arias que ha promovido la actual reforma- ha hecho posible la intervención integral en la iglesia, con la reconstrucción de la cubierta, saneado de todos sus elementos e instalaciones, restauración de los retablos y realización de estudios histórico-artísticos, arqueológicos y petrológicos. Todo ello ha permitido consolidar la edificación y documentar la historia de la Iglesia certificando su importancia y su origen medieval.