"Una larga tradición historiográfica une la abadía borgoñona de Cluny con la expansión del camino de Santiago, la introducción de la reforma gregoriana y del rito romano en los reinos de Castilla y León, y una apertura política y artística de la Península hacia el resto de Europa a finales del siglo XI. Este artículo indaga en las fuentes la realidad de tales aserciones, y muestra que el desarrollo del camino de peregrinación fue obra de los reyes hispanos, que la reforma gregoriana lo fue del cardenal Ricardo, abad de San Víctor de Marsella, y que la influencia de la abadía de Cluny regida por Hugo de Semur fue muy reducida en el tiempo y el espacio."