La designación del antiguo municipio hispano-romano de Égara (Terrassa) como sede episcopal por el obispo Nundinario de Barcelona, entre los años 450 y 460, propició la creación de un gran conjunto religioso cristiano presidido por la catedral (Santa María), con el baptisterio a sus pies, el martyrium (San Miguel), el edificio parroquial (San Pedro), el palacio episcopal y otras dependencias. Sin embargo, las recientes intervenciones arqueológicas han puesto de manifiesto un importante conjunto cristiano del siglo IV, anterior a la gran campaña constructiva propiciada por la designación episcopal. En este estudio, se analiza la evolución del conjunto des de las primeras estructuras cristianas, hasta la nueva campaña constructiva llevada a cabo en el siglo XII bajo las directrices de la arquitectura románica.