Abril 2012 Semana Santa Románica
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SEMANA SANTA ROMÁNICA
Marcos 11, 1-10
Cuando Jesús y los suyos iban de camino a Jerusalén, al llegar a Betfagé y Betania, cerca del monte de los Olivos, les dijo a dos de sus discípulos: "Vayan al pueblo que ven allí enfrente, al entrar, encontrarán amarrado un burro que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganmelo. Si alguien les pregunta por qué lo hacen, contéstenle: "El Señor lo necesita y lo devolverá pronto".
Fueron y encontraron al burro en la calle, atado junto a una puerta, y lo desamarraron. Algunos de los que allí estaban les preguntaron: "¿Por qué sueltan al burro?" Ellos le contestaron lo que había dicho Jesús y ya nadie los molestó.
Llevaron el burro, le echaron encima los mantos y Jesús montó en él. Muchos extendían su manto en el camino, y otros lo tapizaban con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante de Jesús y los que lo seguían, iban gritando vivas: "¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David! ¡Hosana en el cielo!".
Foto Capua. Campania.It.
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Marcos 14, 17-26
17. Venida la tarde, fue Él con los Doce.
18. Y mientras estaban en la mesa y comían, Jesús dijo: "En verdad os digo, me entregará uno de vosotros que come conmigo".
19. Pero ellos comenzaron a contristarse, y a preguntarle uno por uno: "¿Seré yo?".
20. Respondióles: "Uno de los Doce, el que moja conmigo en el plato.
21. El Hijo del hombre se va, como está escrito de Él, pero ¡ay del hombre, por quien el Hijo del hombre es entregado! Más le valdría a ese hombre no haber nacido".
22. Y mientras ellos comían, tomó pan, y habiendo bendecido, partió y dio a ellos y dijo: "Tomad, éste es el cuerpo mío".
23. Tomó luego un cáliz, y después de haber dado gracias dio a ellos; y bebieron de él todos.
24. Y les dijo: "Esta es la sangre mía de la Alianza, que se derrama por muchos.
25. En verdad, os digo, que no beberé ya del fruto de la vid hasta el día aquel en que lo beberé nuevo en el reino de Dios".
26. Y después de cantar el himno, salieron para el monte de los olivos
Foto Revilla de Santullán. Es.
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Marcos 14, 41 - 50
41. Una tercera vez volvió, y les dijo: "¿Dormís ya y descansáis? ¡Basta! llegó la hora. Mirad: ahora el Hijo del hombre es entregado en las manos de los pecadores.
42. ¡Levantaos! ¡Vamos! Se acerca el que me entrega".
43. Y al punto, cuando El todavía hablaba, apareció Judas, uno de los Doce, y con él una tropa armada de espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos.
44. Y el que lo entregaba, les había dado esta señal: "Aquel a quien yo daré un beso, Él es: prendedlo y llevadlo con cautela".
45. Y apenas llegó, se acercó a Él y le dijo: "Rabí", y lo besó.
46. Ellos, pues, le echaron mano, y lo sujetaron.
47. Entonces, uno de los que ahí estaban, desenvainó su espada, y dio al siervo del sumo sacerdote un golpe y le amputó la oreja.
48. Y Jesús, respondiendo, les dijo: "Como contra un bandolero habéis salido, armados de espadas y palos, para prenderme.
49. Todos los días estaba Yo en medio de vosotros enseñando en el Templo, y no me prendisteis. Pero (es) para que se cumplan las Escrituras".
50. Y abandonándole, huyeron todos.
Foto Santos Justo y Pastor. Segovia. Es
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CRUCIFIXIÓN Y MUERTE. Lc 23,26-49.
26 Mientras lo conducían, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que llegaba del campo, y le cargaron la cruz para que la llevase detrás de Jesús.
27 Lo seguía una gran muchedumbre del pueblo, incluidas mujeres que se golpeaban el pecho y gritaban lamentándose por él.
28 Jesús se volvió hacia ellas y les dijo:
- Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad mejor por vosotras y por vuestros hijos;
29 porque mirad que van a llegar días en que digan: "Dichosas las estériles, los vientres que no han parido y los pechos que no han criado".
30 Entonces se pondrán a decir a los montes: "Desplomaos sobre nosotros", y a las colinas: "Sepultadnos";
31 porque s con el leño verde hacen esto, con el seco, ¿qué irá a pasar?
32 Conducían también a otros, a dos malhechores, para ajusticiarlos con él.
33 Cuando llegaron al lugar llamado "La Calavera", lo crucificaron allí, a él ya los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
34 Jesús decía:
- Padre, perdónalos, que no saben lo que están haciendo.
Se repartieron su ropa echando suertes.
35 El pueblo se había quedado observando. Los jefes, a su vez, comentaban con sorna:
- A otros ha salvado; que se salve él si es el Mesías de Dios, el Elegido.
36 También los soldados se burlaban de él; se acercaban y le ofrecían vinagre
37 diciendo:
- Si tu eres el rey de los judíos, sálvate.
38 Además, tenía puesto un letrero:
ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS
39 Uno de los malhechores crucificados lo insultaba:
- ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti y a nosotros.
40 Pero el otro se lo reprochó:
- Y tú, sufriendo la misma pena, ¿no tienes siquiera temor de Dios?
41 Además, para nosotros es justa, nos dan nuestro merecido; éste, en cambio, no ha hecho nada malo.
42 Y añadió:
- Jesús, acuérdate de mí cuando vengas como rey.
43 Jesús le respondió:
- Te lo aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso.
44 Era ya eso de mediodía, cuando la tierra entera quedó en tinieblas hasta media tarde,
45 porque se eclipsó el sol; y la cortina del santuario se rasgó por medio.
46 Jesús clamó con voz muy fuerte:
- Padre, en tus manos pongo mi espíritu.
Y, dicho esto, expiró.
47 Viendo lo que había ocurrido, el centurión alababa a Dios diciendo:
- Realmente este hombre era justo.
48 Todas las multitudes que se habían reunido para este espectáculo, viendo lo que había ocurrido, fueron regresando a la ciudad, dándose golpes de pecho.
49 Todos sus conocidos se habían quedado a distancia, y también las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea y que estaban viendo aquello.
Foto "Dopplekirche". Bonn. De
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Mateo 27 57 - 60
27:57 Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús,
27:58 y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran.
27:59 Entonces José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia
27:60 y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue.
Foto: Descendimiento erill la vall. Es.
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Mateo 28 1-13
28:1 Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro.
28:2 De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella.
28:3 Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve.
28:4 Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos.
28:5 El Ángel dijo a las mujeres: "No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado.
28:6 No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba,
28:7 y vayan en seguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán". Esto es lo que tenía que decirles".
28:8 Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y corrieron a dar la noticia a los discípulos.
28:9 De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: "Alégrense". Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él.
28:10 Y Jesús les dijo: "No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán".
28:11 Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido.
28:12 Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero,
28:13 con esta consigna: "Digan así: "Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos".
Foto. Marfil proc. Alemania. Met N.Y.
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