Pasaron los días del narrador de cuentos. Hoy ya nadie se molesta en ir a casa del vecino o familiar a compartir vivencias y recuerdos que hacían reir o llorar a los allí reunidos, al calor del fuego de la lareira....
Sutílmente, Mati nos transporta esta vez hacia un pasado efímero, cuando los cuentos y leyendas se transmitían al calor del hogar...
(Publicado en la Revista Ciento por Uno Número 23, Invierno 2007)