Tras la exitosa restauración de San Miguel de Gormaz han salido a la luz los frescos que el encalado había ocultado durante siglos. Numerosos estudiosos se han lanzado a descifrarlos. Entre ellos Antonio de Ávila, que nos expone en su artículo la investigación realizada de una franja de pintura del muro de la Epístola, en la que se representa la vida después de la muerte.