De la gran variedad de funciones que desempeñaron las iglesias y monasterios en la época medieval, la militar y defensiva fue una de las más frecuentes y extendidas tanto en nuestro país, como en todo el territorio europeo. Las guerras contra diferentes enemigos, internos como externos, provocaron el uso del templo medieval con carácter defensivo, y la aparición en numerosos edificios de elementos y estructuras de tipo militar, objeto de estudio del presente artículo, que otorgaron muchas veces a la iglesia el aspecto, la fortaleza y las funciones de un verdadero castillo.