Hermann de Carintya, el Dálmata, y Robert de Ketton conformaron una trascendental pareja de traductores de las obras escritas en árabe y en griego, entre las que destacan el "Corán" y el "Almagesto", éste traducido del griego por el Dálmata sin intervención de su amigo, gracias a cuyo trabajo nuestra cultura recibió una parte fundamental de los conocimientos clásicos sobre materias que conformarían el Quatrivium. La investigación que aquí se publica aporta una "nueva" forma de evaluar el contenido de lo románico, la astronomía y otros temas como la denominada Escuela de Traductores de Toledo, además de ponderar la trascendencia al respecto de lugares como Echano.