"...Ninguno pudo decir nada más Cuando Pol indicaba el inicio del juego, un golpe muy fuerte de luz llenó toda la habitación. Los chicos se restregaron los ojos. Poco a poco, delante de ellos, se hizo la noche más oscura. Y después, sintieron el viento y el galopar de un caballo. La habitación ya no estaba, había desaparecido. Los cinco amigos se encontraron en medio de un paisaje que no reconocían. Y aquel caballo se dirigía hacia un gran edificio. Vieron que se trataba de un monasterio o de alguna cosa similar, pues se veía perfectamente la silueta de una gran iglesia rodeada de muchos edificios. El silencio era espeso. No se veía a nadie." ...