Distribuido en dos partes el contenido, la conferenciante, con una contínua documentación de cada hecho expuesto, exhibió la tremenda influencia del arte islámico en cada una de las manifestaciones artísticas del románico en la península y sur de Francia, tanto transmitiendo de culturas y artes orientales como incorporando manifestaciones específicas de su propia cultura y señalando que si tal transmisión fue posible lo fue no sólo por el hecho en sí de su predominio cultural y artístico en la época en que coinciden ambas manifestaciones artísticas, sino también por la apreciación que de tal riqueza artística y cultural hicieron los responsables cristianos. Dando así paso a la segunda parte en la que, evidenciada con la misma riqueza de documentos, la conferenciante dio cuenta de cómo tales comitentes y artistas usaron del románico para desplegar una campaña antiislam no sólo demonizando la figura del musulmán, sino también arengando en la lucha contra el Islam. Manifestaciones conceptuales y artísticas continuadas con posterioridad al Románico incluso con mayor fuerza conceptual.
"La época del Románico es también el momento álgido de la denominada "Reconquista" en la Península ibérica. Así, entre los siglos XI y XIII se produce un vertiginoso avance de las fronteras cristianas hacia el sur, ocupando las tierras hispanomusulmanas. Esta campaña guerrera coincide con la organización de las cruzadas hacia Oriente por parte del papado y de los reinos cristianos occidentales, que perseguían la toma de Tierra Santa que estaba en poder musulmán.
El papado, que controlaba reinos y órdenes monásticas, tuvo como preocupación principal ampliar su poder para lo que era necesario el combate contra el Islam, pues esta cultura había sido hegemónica y dominante en los siglos precedentes, tanto a nivel cultural, científico y artístico como en el aspecto militar, asentada en Occidente (al-Andalus, Sicilia, norte de África) y en Oriente (Próximo Oriente).
Se creó entonces toda una campaña propagandística contra los musulmanes que promovía una guerra en nombre de Dios, justificando la lucha contra el "infiel" como la lucha contra el demonio, persiguiendo el alistamiento de caballeros y campesinos en la "Reconquista" y en las cruzadas, y justificando la necesidad de dicho combate.
El arte fue un poderoso medio de difusión de esta ideología, pues la imagen tuvo un carácter didáctico y una gran autoridad para los fieles, portando el mensaje de Dios. Así, los elementos principales de la ideología anti-islámica que se forja en los escritos eclesiásticos del momento tendrán su reflejo en el arte. Estos consisten fundamentalmente en la difamación y el insulto al enemigo religioso, que será tachado de lujurioso y obsceno, de bestia inmunda, de idólatra y politeísta, entre tantas otras descalificaciones. Se difunden falsas biografías de Mahoma en las que se le presenta como un impostor, como un ser pecaminoso y malvado. Los cantares de gesta describen a los "sarracenos" como gigantes y monstruos, como personajes cobardes y traidores. El arte románico presentará igualmente esa imagen peyorativa del enemigo religioso y territorial, que será caricaturizado con un aspecto bestial y monstruoso, portando en su figura los peores vicios y pecados. También abundan las imágenes románicas de combate guerrero que constituyen una propaganda aun más directa de la Guerra Santa contra el Islam.
Muchas de las nociones que se elaboraron en estos siglos centrales de la Edad Media sobre el Islam han permanecido a lo largo del tiempo y han sido resucitadas con motivo de nuevos conflictos bélicos en los que se han visto implicadas ambas religiones. Así, la imagen de los musulmanes que ofrecen las fuentes medievales y el arte románico tienen un gran valor para comprender las relaciones históricas entre Islam y Cristiandad."