Simbología animal. Parte V: Monstruos e Híbridos
|
Beato de Silos. Anuncio de la bestia
|
5.6. Monstruos e híbridos
Lo monstruoso debe entenderse como aquello que se desvía del orden natural. Se ha sugerido que representan aquellos individuos excluídos del primigenio estado de gracia. El vestido o disfraz aludiría a la condición humana. Quizá están ahi justamente como advertencia, como recordatorio de la palabra de Dios. San Agustín, justamente argumenta que la naturaleza se aparta con frecuencia del orden, para recordar a los hombres que Dios es el artesano de todas las criaturas y que no sólo actuó una vez sino que actua cada día.
La fealdad es error , desorden, al menos a nivel teórico; según la tradición platónica recogida por la filosofía medieval, es algo que deja de ser, por su falta de razón, de unidad y de homogeneidad. Fealdad y belleza, positivo y negativo, el bien y el mal, son otras tantas expresiones de la naturaleza dual de la mentalidad medieval. Lo uno no excluye lo otro, es más da razón del contrario. Así, frente a la belleza y perfección del modelo -el mundo creado por Dios-, estas otras imágenes monstruosas también tiene una razón de ser y su particular fórmula.
Igualmente, diversos monstruos pueden relacionarse con los simbolismos de la fecundidad: los animales emparentados con la serpiente; los dragones, que incluyen el simbolismo de los cuatro elementos. Son seres que en la mitología cristiana están relacionados con la sexualidad, y encargados de una misión maléfica. En el Apocalipsis (XII. 1-7) aparece un dragón con siete cabezas, "aquel dragón descomunal, aquella antigua serpiente, que se llama diablo, y Satanás" (XII.9), que intenta destruir a la Mujer (la Virgen) que acaba de traer al mundo a su hijo (Cristo). Este Dragón es una de las manifestaciones de la Bestia, la Ramera (XVII.15), símbolo de la impura Babilonia, con la que "los reyes de la tierra estuvieron amancebados" (XVIII.3). La Bestia aparece caracterizada y estigmatizada con palabras tomadas del léxico sexual; la sexualidad es señalada y condenada en los monstruos que la representan: el mecanismo gira sobre si mismo. Otra ilustración de este eterno combate entre la lujuria y la virginidad la constituye el mito del unicornio, en el que aparece uno de los aspectos de esta lucha.
Los monstruos viriles, como faunos, silvanos, sátiros o centauros, son también símbolos de la sexualidad desmedida. En la Antigüedad tienen sentido orgiástico, sobre el cual la Edad Media lanzó su anatema. Los "hombres salvajes" pueden revestir tal carácter y simbolizar asimismo la lubricidad.
|
|
Basilisco (Basiliscus): íntimamente relacionado con la serpiente, ya Jeremías afirma : “(…)enviaré sobre vosotros serpientes y basiliscos, sobre los cuales no sirve ningún escarmiento; y os morderán, dice el Señor." Sin duda alguna, se trata de uno de los monstruos más extraños en el repertorio medieval. Para Plinio, el basilisco era una serpiente que en la cabeza tenía una mancha clara. A partir del Medievo es un gallo cuadrúpedo y coronado, de plumaje amarillo, con grandes alas espinosas y cola de serpiente que puede terminar en un garfio u otra cabeza de gallo. El Physiologus, los Bestiarios y los Padres de la Iglesia lo describen como el rey de las serpientes con cresta y como el resultado de la incubación por serpientes del huevo de la gallina (fig.Basilisco, Bestiario, 1210 (Oxford, Bodleian Library, Ms. Ashmole 1511)). |
Centauro: ser monstruoso de la mitología griega con cabeza, brazos y busto de hombre y el resto del cuerpo y las patas de caballo. Los centauros habitan con sus hembras, las centauras, en forestas y montes alimentándose de carne cruda; no pueden beber vino sin embriagarse; son propensos a raptar y violar a las mujeres. Aparecen generalmente en rebaño: es la bestia en el hombre, innominable. Ocasionalmente el rostro de los centauros está marcado por la tristeza. Simbolizan la concupiscencia carnal con todas sus brutales violencias que vuelven al hombre parecido a las bestias. Son la imagen de la doble naturaleza del hombre: una bestial y otra divina, y la antítesis del jinete, que doma y amaestra las fuerzas elementales. No obstante, el centauro sagitario dedicado a la caza puede representar a Cristo en pos de las almas de los mortales para conducirlas a la Salvación Eterna. |
Cocodrilo (Cocodrillus): su boca abierta se compara con la del infierno. Cuando ha devorado a un hombre se pone a llorar de donde viene la expresión “derramar lágrimas de cocodrilo” (fig.Museum Meermanno, MMW, 10 B 25, Folio 12v). |
Dragón (Draco):
(Img.Bibliothèque Nationale de France, lat. 6838B, Folio 30v) |
Esfinge: De origen egipcio y babilónico, suele representarse con cuerpo de leon alado y cabeza humana. La esfinge de la leyenda de Edipo era un monstruo femenino que devoraba a los hombres que acudían a resolver su enigma cuando no acertaban la respuesta. La esfinge es símbolo del gobernante, la sabiduría y lo enigmático. (Img. Mosaico romano. Palacio Ducal. Medinaceli (So). |
Grifo (Gripes): Herodoto define a los grifos como “monstruos alados” y Plinio habla de sus largas orejas y del pico curvo de estos “pájaros fabulosos”. San Isidoro dice de él: “es un animal alado, cuadrúpedo. Esta clase de animales vive en los montes hiperbóreos; tienen cuerpo de león, alas y rostro de águilas; son muy dañinos para los caballos y despedazan a los hombres”. Los bestiarios y El Hortus Sanitatis sigue la descripción de San Isidoro. Borges recoge una alusión al grifo en la descripción de Sir John Mandeville en sus Viajes. La simbología que en la Edad Media se atribuye al Grifo es contradictoria, pues se le da una significación tanto del demonio como de Cristo, indudablemente debido a que los animales que lo forman, el aguila y el león, asumen también esas opuestas simbologías. Cuando aparece en lucha con el león, simboliza el demonio, ya que el león, siempre que se nos muestra con otro animal de simbolismo equívoco, representa a Cristo (fig.Grifo, Bestiario, 1210 (Oxford, Bodleian Library, Ms. Ashmole 1511, f. 15)). |
Hidra (Hydra): Según el Physiologus, este animal fabuloso de las orillas del Nilo es, como el icneumón, el enemigo del cocodrilo. Cuando ve dormir con la boca abierta a uno de estos saurios, se arrastra por el limo para poder deslizarse más fácilmente en su boca y penetrar hasta sus intestinos, que perfora a picotazos. Símbolo de Cristo que desciende al limbo a través de la boca de Leviatán y triunfa sobre Satanás, pero también el vicio de la vanidad, que corrompe todo como su sangre venenosa. Según la fuente que se consulte esta bestia podría tener cuerpo de lobo (mitología latina y beatos), de serpiente (Fisiólogo) o de octópodo como el pulpo (San Isidoro. Etimologías) (fig.Hidra, Bestiario, 1210 (Oxford, Bodleian Library, Ms. Ashmole 1511, f. 81v)). |
Hiena (Hyena): animal malvado y sucio, imagen de Satanás porque cambia de pelaje e incluso de sexo, y se alimenta de cadáveres (fig.Hiena, Bestiario, 1210 (Oxford, Bodleian Library, Ms. Ashmole 1511, f.17v)). |
Manticora (Manticora): este animal , que los bestiarios tomaron de los Indica de Ctesias, es un pariente cercano del basilisco: un monstruo con cara humana, cuerpo de león y ocasional cola de escorpión, que corre más rápido de lo que vuela un pájaro, silva como la serpiente y se alimenta de carne humana. Al vivir en las profundidades de la tierra, se convirtió en el atributo del profeta Jeremías, que fue arrojado a un estercolero. A diferencia de la Esfinge, la Mantícora no tiene alas. (fig.Mantícora, Bestiario, 1210 (Oxford, Bodleian Library, Ms. Ashmole 1511, f.22v)). |
Medusas y gorgonas: las medusas o gorgonas eran tres hermanas con la cabeza aureolada de serpientes encolerizadas, colmillos de jabalí asomando por los labios, manos de bronce y alas de oro. Sus nombres eran Medusa, Euriale y Steno. Simbolizan al enemigo a combatir, que en este caso son las propias culpas y tormentos de la conciencia. La muerte de la gorgona simboliza el triunfo del equilibrio, de la armonía y del conocimiento sobre uno mismo. |
Quimera (Chimaera): Monstruo con diferentes contenidos históricos según provenga de las leyendas orientales o de la mitología griega. En genética se define así al caso de seres con células duplicadas, "siameses". En la iconografía románica, "Cluniac art of the romanesque period". Cambridge University Press, la quimera es representada como un ave de tres cabezas en una representación quizás derivada de la de los beatos. (Img. Bestias de varias cabezas. Beato de Gerona). |
Serpiente (serpens): (img. Bibliothèque Nationale de France, lat. 3630, Folio 95r)
|
Sirena: En el siglo XIII y según Bruneto Latini, el Amor se traduce en un símbolo maléfico, la sirena. En las sirenas de Bruneto, en efecto, se confunden dos tradiciones legendarias, la de la sirena-pájaro greco-romana y la de la sirena-pez céltica; de ahi que estas "meretrices", como las llama Bruneto, ofrezcan muy ricas posibilidades de interpretación: "Y dice la historia que tienen alas y uñas como representación del amor, que vuela y hiere; y que habitan en el agua porque la lujuria nace de la humedad". |
Unicornio (Monoceros, Unicornius): la leyenda del unicornio, de la que los ingeniosos teólogos simbolistas sacan partido, nació en el Egipto helenizado del siglo IV. Deriva de un relato embellecido por Eliano, quien cuenta que el unicornio normalmente feroz se amansa en época de celo y llega a ser muy tierno con su hembra. Así se bordó la historia que pasa a los bestiarios: el unicornio es un animal de tanta fuerza y rapidez que resulta imposible que sea capturado por cazadores, que tienen que recurrir a la astucia. Estos llevan una virgen que sirve de cebo. El unicornio se lanza sobre ella, pero basta que la doncella le ofrezca sus senos desnudos para que enseguida se calme. Súbitamente domesticado, pone su cabeza en el regazo de la virgen y se duerme, momento en el que los cazadores al acecho se apoderan de él. La integral virginidad de la doncella es la condición indispensable del éxito de la caza. El unicornio se deja atraer por su “olor a castidad”, pero si no es virgen, el animal, enfurecido, la destripa
Marco Polo hace una desmitificación del unicornio, describiendo en sus Viajes, lo que podría ser un Rinoceronte: "Tienen muchos elefantes salvajes y también unicornios, que son menores que los elefantes; estos tienen la piel como la del búfalo y la pezuña como la del elefante, con un gran cuerno de color negro en medio de la frente. Más he de advertiros que no atacan a los hombres ni a los animales con su cuerno, sino utilizando la lengua y las patas; pues tienen en la lengua unas espinas muy agudas y largas (...). Su cabeza es similar a la del jabalí silvestre y siempre la lleva baja inclinada hacia la tierra; suelen reposar sobre el limo y el fango de los lagos y los bosques y son animales de muy desagradable y horrible aspecto. En nada se parecen a los de las leyendas que en nuestras tierras cuentan, cuando pretenden que se dejen atrapar por una virgen si los cogen del pecho. Y en realidad actuan contrariamente a cuanto entre nosotros se cree” (Kappler, 1986:165).
(fig.British Library, Royal MS 12 F. xiii, Folio 10v).
|
|
|