Continuando con los planteamientos clásicos, me sigo alineando con los indicios que nos hacen suponer la procedencia mediterranea del Juego de la Oca, identificado desde mi particular concepción del mundo cosmogónico helénico, como una sofistifacación del laberinto de la casa de Asterión.
Como ya se ha dicho,durante la edad media, algunos laberintos eclesiásticos fueron construidos en los países escandinavos. Estos laberintos, generalmente en zonas costeras, delimitados por piedras, que muy a menudo -en su forma clásica simple-, sositenen la creencia popular de que fueron construidos por tempranas comunidades pesqueras, con fines de atrapar a los trolls malignos entre los remolinos de viento que se creaban en el interior del laberinto y con ello garantizar una pesca segura. También hay laberintos de piedra en las islas de Scilly, aunque ninguno de ellos se ha podido comprobar su procedencia escandinava.
El pleno florecimiento del diseño del laberinto medieval se produjo entre los siglos XII y XIII, con el pavimento de grandes laberintos de las catedrales góticas, sobre todo Chartres y Amiens, en el norte de Francia y Siena en Toscana. Es esta versión del diseño que se cree que es la inspiración para muchos laberintos de césped secular en el Reino Unido, como los que han podido sobrevivir en Wing, Rutland, Hilton, Cambridgeshire, el laberinto de Turf Alkborough, o en Saffron Walden, Essex.
FUENTE: LABYRINTHTal como podemos comprobar, existen notables ejemplos de la forma del laberinto y en una amplia gama, en todas las culturas antiguas y más dispares; el símbolo ha aparecido en todas las formas y medios de comunicación (petroglifos, la forma clásica, la medieval, en el pavimento, mosaicos, césped, cestería en algún momento, y en la mayor parte de la geografía o lugares tan separados, como Java, hasta los nativos del Norte y Sur de América... Australia, India o Nepal.
Nuestra ancestral preponderancia en cuanto a la pertenencia histórico artística, a la cultura del Mediterráneo, creo justifican en este punto, mi postura de que el Juego de la Oca, cuya procedencia es ignota, bien pudo tener su origen en los planteamientos de la Mitología Clásica, e incluso anteriores.