
De manera previa, ya en
Eunate -Melodía de la Esferas Celestes-, habíamos puesto de manifiesto la existencia de una concordancia en la proporcionalidad de las artes constructivas empleadas en tan magnífico templo románico, con las medidas reinantes en el Cosmos durante la Creación del mismo, y que -tal como se recoge en el dibujo- también hacían referencia a los razonamientos filosóficos del irlandés, Juan Escoto Eurígena, traductor de Dionisio el Aeropagita y autor de gran influencia durante toda la Edad Media, como hemos constatado.
Nuestra investigación llegó de igual manera a comprender que los tratados de Arquitectura de Vitrubio empaparon de medidas antropomórficas esas artes, que debían regirse de manera inexorable por idénticas normas a las reseñadas, pues siendo el hombre el fin de la creación de este universo, todo está puesto a su alcance para ser ordenado, pues él mismo, es el fin del todo.
Nuestro amigo
Carlos Sánchez Montaña, nos cedió la imagen del modulor virtubiano, sobre la que habíamos implementado idéntico razonamiento, haciendo valer lo cierto de nuestras pretensiones, como podéis ver en la siguiente composición del mismo artículo de investigación citado:

Nuestro planteamiento dentro del simbolísmo arquitectónico de todo edificio románico, alude a la Creación del Cosmos y a la simbiosis anagógica que tal simbolismo geométrico proporciona a todos los elementos del Templo Sagrado.