Cuando describió el mundo de la época en su Geografía, Ptolomeo utilizó entonces un nuevo sistema en el que por medio de la latitud y longitud, serviría de ejemplo a los cartógrafos durante muchos siglos, pues de hecho los mapas actuales hoy se basan especialmente en la geografía matemática de la Grecia clásica; a él corresponde ser el primero en haber fijado la latitud y longitud de la Ciudad de Arim en 0º 00' y 0º 00'. Sin embargo, para las sociedades antiguas, independientemente de la experiencia y todo el conocimiento en contrario, su ciudad más importante a nivel regional se encontraba en el centro del mundo habitable.
Así los filósofos jónicos pusieron a Grecia en el centro de su mapa del mundo y a Delphi en el centro de Grecia. Los hindúes tenían sus Meru, los persas sus Kangdiz, los árabes a Aryne [
Aren, Arim, o Arin]. Por lo tanto, inevitable fue que un cartógrafo cristiano como San Isidoro colocase Jerusalén en el centro geográfico del mundo:
'Esta es Jerusalén, la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella' (Ezequiel V: 5). La ciudad santa, con su nombre o ilustrada, está ubicada en la intersección de las líneas de la letra 'T', que apareció con mayor regularidad en el centro de los mapas de los códices, como este croquis basado en el Beato de Sant Server:
Realmente los mapas querían recoger una pormenorizada descripción del mundo, realizada con cierto rigor, pero con una exagerada desproporción de las dimensiones longitudinales respeto a las latitudinales. Como era de esperar, la obra de Ptolomeo se perpetuó en la cartografía islámica y de allí saltó a Europa, tras la interrupción del desarrollo científico escolástico que durante la Edad Media sustituyó la geografía matemática por otra basada en ciertas expresiones bíblicas que reafirmaron la planicie de la Tierra, de ahí que el modelo medieval de mapas sea el discario, es decir el mapamundi circular y el mapa de T en O, en expresión más difundida como hemos visto en texto litúrgicos.
Allí permaneció Jerusalem en el centro de los mapas del mundo hasta que los nuevos descubrimientos obligaron a desplazarla y entonces recordaron la leyenda de Arim. Ailly, teólogo y geógrafo francés, encuentra la referencia a Arim en la Geografía del franciscano Roger Bacon, redactada en 1267, y un viejo conocido de nuestras investigaciones, el historiador contemporáneo Pierre Duhem (1861-1916), quien describe en 'Le système du Monde', cómo encuentra las
Tablas de Marsella (anónimas de 1140), también conocidas como
Liber cursuum planetarum y en el que remitiéndonos a Bacon, nos cuenta
'...Un gran número de indios, caldeos y árabes..., han publicado libros sobre el curso de los planetas; y los han calculado por el meridiano de la ciudad de Arín, que se dice haber estado alzada exactamente en el medio del mundo, o por el meridiano de Messera... En otro párrafo nos cuenta Duhem
'...el meridiano de Marsella está como meridiano 0º, y en otro subsiguiente...
'El meridiano de Marsella está en una distancia [en longitud] de la ciudad de Arim - cuya longitud y latitud son nulas- de tres horas.
Despues de Bacon y Ailly, encontraremos entre otros al Padre Fray Bartolomé de las Casas, para situar Arim entre los trópicos, en la que debía llamarse la 'Mesa del Sol', y dice que era la ciudad de los filósofos de Etiouía que se llamaban bragmanes y gimnosofiste (Hist,. I, 144; BAE, XCV, 386b) y aclara, que
dícese allí la Mesa del Sol por manera de metáfora, porque los filósofos, como en mesa de dulces manjares, se mantenían y recreaban del suave y deleitoso manjar de la sabiduría y ciencia de la filosofía...; pero en sentido literal, la Mesa del Sol se dijo y dice porque Etioía, cerca de la isla de Meroe, que hace el río Nilo, la cual está cerca de la linea equinocial, donde vive la gente que se llama macrobios... hay un prado, en el que los que gobiernan, invitan a comidas deleitosas a todo el que quiere ir (Hist., I, 143; BAE, XCV, 3823a) ... y así decidió escribir dónde estaba, para contárnoslo, pero aún nadie sabe dónde ...