Peculiar, sí señor. Os sigo atentamente..
Kuco y Corbio: Me estoy divirtiendo un rato y aprendiendo tras leer vuestro fluido diálogo, pero me gustaría preguntaros por las auténticas reliquias que deberían estar denro del cenotafio... ¿?se sabe qué pasó?... No comprendo respecto del por qué está el cenotafio vacío. ¡?''

Hola a todos

Mientras esperamos a que Kuco nos cuente más cosas sobre el cenotafio, una nueva aportación sobre este tema.

En el románico siempre sorprende el tratamiento privilegiado que se le dio al símbolo de San Juan Evangelista, el águila, en muchas de las iconografías del Tetramorfos. Hoy, miramos una iconografía pictórica, actualmente en el Museo Diocesano de Jaca (MDJ), originariamente en Ruesta, provincia de Zaragoza.



A pesar del estado actual de conservación de las pinturas, todavía se puede ver cómo se connota al águila, el símbolo del Viviente que representa a San Juan con rasgos distintivos:



En primer lugar, el ángel que sostiene al águila tiene pintada su aureola o nimbo de color rojo. El de San Lucas, el ternero, y el que representa a San Mateo, están pintados de blanco.

En segundo lugar, si comparamos el toro que representa a San Lucas con el águila que representa a San Juan, mientras que vemos cómo el águila de San Juan viene connotada con una aureola blanca, el ternero de San Lucas no tiene.



De nuevo, los privilegios del águila. Por cierto, en la época del Románico, de Juan Escoto Eriúgena era el sermón que se leía el día de Navidad con el sugerente título de Vox spiritualis aquilae, o dicho de otra forma, la voz espiritual del águila.

Kuco, esperando para que nos cuentes más cosas.

Un abrazo a tod@s

¡Hola a todos! Interesantes apuntes sobre la iconografía del águila, Corbio.
En lo que al cenotafio se refiere, efectivamente es una tumba que está vacía (creo que técnicamente es mas o menos lo que significa la palabra "cenotafio") y que siempre ha estado vacía. Tanto el cenotafio como la propia iglesia se levantaron en el lugar que marca la tradición como el punto en el que sufrieron martirio San Vicente, y sus hermanas Sabina y Cristeta. La historia del martirio es narrada cual cómic en los laterales del cenotafio. En un principio es de suponer que el cenotafio se realizó con la intención de guardar en él los restos de San Vicente, pero lo cierto es que dichos restos nunca fueron depositados en él. En el año de 1062 (algunas décadas antes del inicio del templo) los restos que pudiera haber de los santos fueron trasladados desde Ávila al monasterio de San Pedro de Arlanza, en Burgos, para protegerlos de la ocupación musulmana en la zona de Ávila. Después de eso, tras bastantes disputas, reparto de reliquias por la geografía de la península (alguna creo que llegó a Lérida) incluso de la ejecución de la soberbia basílica y de los sepulcros (o mejor dicho cenotafios, y si, hablo en plural, pues ademas de la impresionante pieza que vemos ahora se ejecutó otro cenotafio, seguramente mas modesto, para lo restos de las dos hermanas) los restos no han llegado de vuelta a Ávila hasta hace como aquel que dice unos pocos años ( no se si en torno al 2003) Y además no se encuentran en el cenotafio, si no entre la puerta meridional y el crucero y también, en parte, en una urna bajo el altar de la capilla mayor.

Fenomenal descripción Kuco. Imagino que el relato escenográfico discurre por las partes altas del extraordinario cenotafio románico.


¿Hay algún texto 'oficial' que describa el martirio o símplemente responde su narrativa a la descriptiva creada desde la leyenda popular?

Interesantísimo, sí señor.

Hola a todos

Eadan, una auténtica belleza románica. Esperemos noticias, lo que nos cuente Kuco.

Mientras tanto, ya que es sábado y disponemos de un poco más de tiempo, una entrada un poco larga. Avancemos un poco más en el concepto de la iconografía del Pantocrátor, aplicado al de Sant Climent de Taüll. ¿Qué puede ver alguien con mínima instrucción teológica en los cuatro discípulos representados junto a la Virgen María? ¿Qué tienen en común?



Vayamos en esta entrada por los dos primeros, los ubicados junto a la Virgen María:



1. Santo Tomás Apóstol: Tomás (llamado Dídimo o Mellizo). El evangelio de San Juan es el único que nos habla de Tomás y en tres ocasiones: (Jn. XI,16). Jn. XIV, 15). (Jn. XX, 24 ss.)

2. San Bartolomé, llamado también Natanael de Caná. El evangelio de San Juan es el único que nos habla de San Bartolomé o Natanael: (Jn. I, 45-51 ).

¡Vaya dos personajes para contextualizar la iconografía, los dos tienen vida propia para la fe gracias al evangelio de San Juan y sólo gracias a este evangelio!

El final del episodio de Natanael o San Bartolomé enlaza directamente con la iconografía de este Pantocrátor que no está realizado en clave judicial, no habla de castigo divino, por mucho que se ha escrito catalogándolo así, sino en clave de Teofanía, de manifestación de Dios. Esta ausencia de la idea castigo enlazaría con la filosofía teológica defendida por Juan Escoto Eriúgena, ese autor cuyo pensamiento propone en su tesis doctoral Alfons Puigarnau para la realización de la iconografía de este Pantocrátor.

Además, no debemos olvidarnos que en el libro que sostiene la Maiestas Dómini de Sant Climent de Taüll está escrita la cita del evangelio de San Juan: “Ego sum lux mundi” (Jn. VIII, 12). Juan Escoto Eriúgena negaba el Infierno en el sentido defendido por la Iglesia romana, ese de la iconografía que ha llegado hasta nuestros días con el fuego, las calderas de los condenados y todos esos demonios monstruosos danzando por ahí. Precisamente, en este tema, está una de las claves de la condena de su pensamiento.

Alguien con un poco de instrucción teológica no sólo ve allí reflejados personajes del evangelio de San Juan sino que puede interpretar ese Pantocrátor sin necesidad de verlo en el contexto judicial si tiene presentes la palabras que Jesús dedica en el evangelio de San Juan a Natanael o Bartolomé, el personaje colocado junto a la Virgen María: “Te aseguró que verás a los ángeles del cielo bajar y subir alrededor del Hijo del Hombre." (Jn 1, 51).

¿Quiénes están representados al otro lado?



Nada más ni nada menos que San Juan Evangelista y Santiago el Mayor, su hermano, los hijos del Zebedeo. Aquellos cuya madre en el Evangelio se acerca a Jesús y le dice:

Pero, además, como otras veces ya hemos comentado, en esta espléndida iconografía, el águila (el símbolo que representa a San Juan Evangelista) es el único Viviente que tiene la aureola o nimbo de color diferente, rojo; por eso, casi ni se distingue. A San Juan Evangelista, se le connota diferente a los demás hasta a través de su símbolo, el águila, el que ve.



Ciertos miembros de la Iglesia romana pudieron ver, en esta magnífica iconografía del Pantocrátor de Sant Climent de Taüll, la exaltación tanto de la figura de San Juan Evangelista como de su evangelio y de la simbología de los personajes que en él utiliza. Por cierto, ¿por dónde debían andar, en su ubicación en esta iconografía, San Pedro y San Pablo, los santos patronos de la iglesia de Roma en Sant Climent de Taüll? Por lo que queda de las diferentes imágenes, no ocupaban un espacio central.

Reflexiones de un sábado. Por cierto: ¡Feliz fin de semana!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos!
Tratando de responder a Eadan sobre si hay algún texto "oficial" que describa el martirio, lo único que puedo decir es que aunque las referencias históricas a los tres hermanos son muy vagas e imprecisas sí existe un relato que describe del martirio o Pasionario que sufrieron los mártires. Parece ser que es un relato del siglo X y, si no recuerdo mal, está basado o recopila fuentes anteriores. Mas o menos se trata de un relato al uso o frecuente a la hora de describir la vida de mártires que alcanzaron la santidad. Así la exaltación de las virtudes del sujeto frente al opresor y al sufrimiento, algún hecho milagroso y el propio martirio son elementos que se repiten en los pasionarios y el correspondiente al de San Vicente y sus hermanas no es una excepción.

Hola a todos

Como recogimos en el artículo, Los folios iluminados del Libro de Kells, una lección teológica plástica contra el Adopcionismo, está claro que el tema del Tetramorfos tiene unas implicaciones simbólicas que van más allá de la pura relación imagen-viviente, es decir, figura del animal-evangelista a la que se refiere.

(Coloco el enlace del artículo:
https://www.academia.edu/21597732/Los_f ... opcionismo)


Pongamos un solo ejemplo, para ver cómo los hombres del románico contaban con una tradicción teológica que les permitía realizar un determinado tipo de lecturas simbólicas de las cuatro figuras que componen un Tetramorfos. Una vez más, volvamon a un ejemplo de las particularidades que nos proporcina la iconografía del Libro de Kells a través de una de sus iluminaciones:



Si nos fijamos en su disposición, los Cuatro Vivientes se ordenan en torno al espacio que deja una figura geométrica que puede ser claramente identificada con una cruz. Sin embargo, también es verdad que sorprende la distribución de los cuatro símbolos, ya que no se ajustan a lo que vendría siendo la manera más utilizada y que se identifica con la ordenación circular de los cuatro evangelios siguiendo el orden establecido en la Vulgata por San Jerónimo: Mateo (Ángel), Marcos (león), Lucas (ternero o buey), Juan (águila).

En apariencia y sólo en apariencia, los símbolos de este hermoso Tetramorfos del Libro de Kells siguen un modelo desordenado. Sin embargo, si nos fijamos con atención, el teólogo redactor de esta magnífica iconografía pictórica lo tenía muy claro. Nos estaba presentando los símbolos desde la teología en una ordenación en zigzag, que debe empezarse a mirar desde el ángulo superior izquierdo (desde la perspectiva del lector) y de arriba abajo:

A la izquierda del lector, los dos símbolos que representan los acontecimientos salvíficos de la naturaleza humana de Cristo:
1. Ángulo superior izquierda: San Mateo, el hombre-ángel, la Encarnación
2. Angulo inferior izquierda: San Lucas, el ternero, la Pasión

A la derecha del lector, los dos símbolos que representan los acontecimientos de la naturaleza divina de Cristo:
1. Ángulo superior derecha: San Marcos, el león, la Resurrección
2. Ángulo inferior derecha: San Juan, el águila, la Ascensión.

Pero, además, para que no quede ninguna duda acerca del contenido teológico de esta doble división, se colocaron detalles plásticos que ayudan a su interpretación.

Sobre la figura del hombre-ángel (San Mateo, la Encarnación, ocurrida en la Tierra), otra figura que representa a un ángel o la naturaleza espiritual de Dios. Además, es el único acontecimiento que se presenta solo. Después, en los otros símbolos se produce la utilización conjunta de una tríada: muerte, resurrección y ascensión de Cristo.

Sobre la figura del ternero (San Lucas, la Pasión, ocurrida en la Tierra, una figura que siempre se representa con sus cuartos delanteros doblados en claro simbolismo de aceptación del sacrificio salvífico) y formando un triángulo las figuras del león (San Marcos, la Resurrección, ocurrida en el Cielo) y el águila (San Juan, la Ascensión, ocurrida en el Cielo).

Debajo de la figura del león (la Resurrección) y también formando un triángulo, las figuras que representan la Pasión y la Ascensión. De esta manera, se consigue esta ordenación triangular circular: Pasión (vértice inferior izquierdo), Resurrección (vértice superior central), Ascensión (vértice inferior derecho)

Debajo de la figura del águila (la Ascensión) y también formando un triángulo, las figuras que representan la Resurrección y la Pasión. De esta manera, se consigue esta ordenación triangular circular: Pasión (vértice inferior derecho), Resurrección (vértice inferior izquierdo), ascensión (vértice superior central).

Pero tenemos más detalles plásticos interesantes. Cada símbolo de los Vivientes deja salir, del círculo en el que se encuadran, una vara florecida como símbolo de la unión de los cuatro acontecimientos salvíficos. Sin la Encarnación del Hijo de Dios (sucedida de niño) ninguno de los otros tres acontecimientos salvíficos (sucedidos de adulto) hubiese sido posible.

Si nos fijamos bien en la ubicación de estas varas, vemos que las que corresponden a la naturaleza humana de Cristo (San Mateo, hombre-ángel, la Encarnación y San Lucas, ternero, la Pasión) tienen las dos flores hacia abajo, es decir, tocando la Tierra. Ahora bien, mientras la vara de San Mateo habla en clave trinitaria (los tres símbolos del Cintamani o puntos), la de San Lucas lo hace en clave de la doble naturaleza (los dos elementos colgados en cada vara).

Si hacemos lo propio con las que corresponden a la naturaleza divina de Cristo (San Marcos, león, la Resurrección y San Juan, águila, la Ascensión) tienen las dos flores hacia arriba, es decir, tocando el Cielo. Pero, también aquí, mientras la vara de San Juan habla en clave trinitaria (los tres símbolos del Cintamani o puntos), la de San Marcos lo hace en clave de la doble naturaleza (los dos elementos colgados en cada vara).

En definitiva, este detalle plástico vendría a indicar: mientras en el Cielo Dios es trino; en la Tierra, se presenta a través de la doble naturaleza.

Y todo este saber les llegó intacto a los hombres del románico.

Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hade días que no tratamos este tema. En el Museo Diocesano y Catedralicio del Burgo de Osma, se guarda esta iluminación:



En ella, los cuatro vivientes del Tetramorfos están colocados de una forma que permite que mientras los dos símbolos de los acontecimientos salvíficos pertenecientes a la naturaleza humana de Cristo se concentren en la parte baja del folio:
1 San Mateo, la Encarnación, el hombre-ángel
2. San Lucas, la Pasión, el Ternero

los dos que hablan de los acontecimientos salvíficos pertenecientes a la naturaleza divina de Cristo se encuentren en la parte alta del folio:
3. San Marcos, la Resurrección, el león
4. San Juan, la Ascensión, el águila.

Además, el folio iluminado constituye todo un tratado de eclesiología: la iglesia universal está constituida por los ángeles y los hombres en Cristo, el hombre perfecto:

De hecho, esta realidad teológica de naturaleza eclesiológica quedó reflejada en iconografías como las siguientes:



(Saint Pierre et Saint Paul, Neuwiller les Saverne, Alsacia.)



(Tozalmoro, Soria)

O, todavía, más explícita:



(Mondoñedo, Lugo)

Cristo, bendiciendo de forma trinitaria, en la mandorla sostenido por dos ángeles preside el cielo. Debajo, dos ángeles que con sus gestos autorizan a hombres eclesiásticos. Sin embargo, el detalle iconográfico que más llama la atención son el águila y el Agnus Dei colocados encima del último de los clérigos.

¿Cuántas partes tiene una Eucaristía, es decir, una misa? Fundamentalmente, la Eucaristía (el gran culto cristiano a Dios) se puede dividir en dos partes:
1. La liturgia de la Palabra
2. El Sacrificio de Cristo

O, dicho de otra manera:

1. El águila, el símbolo de San Juan, aquel que escribió: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.” El águila que acabó siendo un símbolo iconográfico recurrente en los atriles del lado del evangelio de las iglesias.

2. El Agnus Dei, el gran símbolo iconográfico del Sacrificio de Cristo.

El relieve de Mondoñedo es una exaltación iconográfica de la Iglesia Universal constituida por los ángeles y los hombres y el gran culto cristiano, la Eucaristía o Misa, simbolizada a través de sus dos partes fundamentales (la Liturgia de la Palabra y el Sacrificio de Cristo) a través de las imágenes del águila de San Juan y el Agnus Dei.

Al menos, así leemos estas piedras.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Es una evidencia que la iconografía pictórica de San Román de Toledo cuadra con un pensamiento que nace de la liturgia hispano mozárabe para la Solemnidad de Pentecostés, así se puede leer en el siguiente artículo San Román de Toledo, del que os coloco el siguiente enlace:
http://www.circulo-romanico.com/index.p ... ge_id=1877

Es evidente que es una lástima que no haya llegado hasta nosotros toda esta magnífica iconografía en su conjunto. Sin embargo, hasta elementos plásticos como este Pantocrátor o Maiestas Dómini, que parece que haya llegado hasta nosotros sin haberse podido acabar,



también tienen explicación y cabida dentro de las oraciones de la liturgia hispano mozárabe para el día de Pentecostés:

En la iconografía pictórica de San Román, no se produce un contexto judicial, ya que, si nos fijamos bien, el Pantocrátor se connota sin libro. Además, mientras con la mano derecha realiza la bendición trinitaria, la izquierda la abre y la deja franca o libre como un símbolo de acogimiento. Mientras la derecha lleva hacia la figura del águila, símbolo de San Juan Evangelista y de su naturaleza divina; la izquierda, lo hace hacia el ternero, símbolo de San Lucas Evangelista y de su naturaleza humana. Parece que el teólogo redactor lo tuvo claro. No hay más espacio pictórico para hacer entrar los símbolos de los otros dos vivientes, el de San Mateo Evangelista y el de San Marcos Evangelista.

Todos estos detalles plásticos menores conducen más hacia una idea de exaltación de Dios en su trono, tal y como se refleja en el himno de la liturgia hispano mozárabe.

Además, esta Maiestas Dómini inacabada está connotada con lo que parece una evidente tonsura a la romana; un detalle plástico que indica que la liturgia hispano mozárabe también forma parte de la liturgia universal de la Iglesia de San Pedro, a la manera de otras liturgias como la propia del rito ambrosiano o de Milán.

Todo este conjunto iconográfico pictórico de San Román responde a una exaltación del sello de identidad litúrgico propio de la diócesis primada hispana que, en la diócesis de Toledo, la iglesia de Roma acabó relegado en aras de una unificación de las costumbres litúrgicas para toda la Iglesia universal. Pero una identidad litúrgica propia que, jamás, llegó a prohibir del todo en su uso.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hace ya algo de tiempo que no tocamos este tema. Hoy, una entrada más plástica que descriptiva en palabras para poner de manifiesto cómo con técnicas artísticas diferentes (piedra, pintura) y a cientos de kilómetros se optó por un detalle plástico determinado.

En este caso, se trata del tratamiento iconográfico que recibió el Viviente del águila que representa a San Juan Evangelista. Si miramos esta imagen:



(Claustro de Moissac, Francia)

y, después, esta otra,



(Museo de los Concilios, Toledo)

podemos comprobar cómo se produce una síntesis (cuerpo de hombre, cabeza de águila) para crear de forma plástica el símbolo del Viviente de San Juan.

En Moissac, en piedra y de pie; en Toledo, en pintura y sentado. Pero, en esencia, el mismo símbolo: un ser híbrido que es evidente que no existe en el planeta Tierra.
Un abrazo a tod@s