Interesante exposición la que hace Eadan, que ha coincidido con el comentario que tenía preparado, y que expongo, sobre la aparición de las cruces patriarcales en España tal como lo veían un tal Vicente de la Fuente a mediados del siglo XIX (tomado de Cervantes Virtual:
Como las obras de arqueología de la Edad Media, que dan muchas noticias acerca de estas cruces de dos traversas, nada dicen acerca de la introducción de ellas en España, somos nosotros los que debemos llenar ese vacío, y suplir ese silencio.
Las más antiguas de que tengo noticia son la de León y la del conde Fernán González. En mi juicio es más antigua la de plata sobredorada, que se guardaba en el monasterio de Arlanza, y que describieron Yepes, y en el siglo pasado el P. Florez8, y cuya antigüedad se remonta al siglo X, pues consta que se la regaló el Papa Juan XI al citado Conde.
No es mi ánimo describirla á pesar de que he podido manejarla cómodamente. Su hechura es bizantina, de oro y plata sobredorada y afiligranada. En el centro de cada uno de los travesaños tiene un óvalo guarnecido de cristales, dentro de los cuales se ve un buen trozo de Lignum Crucis en cada uno. Hoy día es propiedad del Excmo. Sr. Obispo de Málaga D. Manuel Gómez Salazar, que logró comprar tan preciosa joya arqueológica, artística é históricamente importante, rescatándola de manos de los particulares adonde había venido á parar. En la parte inferior tiene una espiga ó apéndice, que pudo servir para tenerla sobre peana ó pedestal, ó quizá como cruz estacional.
La segunda Cruz patriarcal es la de León, llamada á veces la del fuego, pues lleva un rótulo en letras góticas que dice: «Esta es la Cruz milagrosa que saltó del fuego». Los cánones de los siglos X y XI prohibían esta bárbara prueba, ó experiencia, de las reliquias, que, á pesar de esas prohibiciones, duraron hasta el siglo XV, y se hacían también con los libros litúrgicos, como acredita la tradición del triunfo del oficio gótico ó mozárabe sobre —185→ el romano, y también la disputa de Santo Domingo con los albigenses, sujetando sus respectivos libros á la misma prueba. El trabajo afiligranado de la Cruz de León no revela la antigüedad de la del conde Fernán González, pero desde luego se conoce que la parte que contiene el Lignum Crucis, y que probablemente fué regalo de algún Papa para algún príncipe leonés ó asturiano, es de hechura más elegante y moderna que la del conde Fernán González. La de León es de hechura latina, al paso que la de Arlanza es bizantina, y casi de forma griega, ensanchándose hacia los extremos, como las del siglo IX, lo que no sucede en la de León.
La tercera, aún más moderna, es la del Santo Sepulcro de Segovia, regalada por el Papa Honorio III á los templarios, según dicen, en la era 1224, que debe en tal caso tomarse por año. Su hechura es parecida á la de Arlanza, pues tiene, como esta, un óvalo en cada uno de los centros de los dos travesaños. Consérvase hoy día en el inmediato pueblo de Zamarramala. Dícese que la capilla llamada de la Vera Cruz era de templarios: por mi parte no lo creo, y opino que fué de caballeros del Santo Sepulcro, que llegaron á tener en España dos lenguas ó provincias, como los Sanjuanistas, y con casas en Logroño, Salamanca, Toro, Zamora y otros pueblos importantes de Castilla, en cuyas iglesias se ve todavía la Cruz patriarcal de color carmesí, no gules ó rojo, que usaban en España los caballeros del Santo Sepulcro, y usaron los canónigos del Sepulcro en Calatayud hasta el año 1851, los de Santa Ana de Barcelona, y aun actualmente las Comendadoras del Santo Sepulcro en Zaragoza, único y último vestigio de la orden regular y militar del Santo Sepulcro en todo el orbe católico.
Creo que no serán estas antiguas cruces patriarcales las únicas en nuestras iglesias antiguas, y, llamando la atención sobre ellas, se sabrá de algunas otras9. Saludos.
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