Bueno, Eadan, pues resulta que sí, que ya puedo comentar algo de un reciente viaje a Paralacuesta (Bu), en cuya iglesia se están realizando pequeñas obras de mantenimiento (y "dejar la piedra vista") por los propios convecinos bajo la dirección de un nuevo amigo, un muy agradable, entusiasta del románico y joven sacristán. Resulta que en esta iglesia al realizar dichas obras se descubrió la existencia de una portada oculta en plena sacristía.
Realizada la correspondiente visita se pudo comprobar que tal portada no se correspondía con acceso alguno en la configuración actual, a pesar de las múltiples modificaciones que la iglesia ha tenido a lo largo de su vida. Más aún, tampoco había señales en todo el perímetro de la existencia de una puerta que hubiese sido cegada. La cosa parecía misteriosa y emocionante, máxime al observar que la mampostería bajo el arco solo servía de relleno y que el arco en sí mismo era de un valor artístico nulo, y, sobretodo, moderno, nada que ver con las dos jambas plenamente románicas cuya erosión era mayor.
La iglesia, con algunos canecillos románicos todavía, es de testero plano y casi cuadrado, lo que puede apuntar hacia un "románico" de primera época todavía no influido por lo cluniacense, de una sola nave con bóveda de cañón en el presbiterio, a la que se la han venido añadiendo, incluso en el siglo XIX, con obras en el XX, una sacristía en lo meridional, una torre campanario a sus pies también meridionales y un nuevo espacio en el lado norte, también semicuadrado en el que además de altar decorado se ha ubicado una pila bautismal moderna.
Cerca de la iglesia, que está orientada, a sus pies septentrionales se levanta una hacienda señorial que lleva la mente a lo caciquil por su desproporcionada importancia en relación al resto de la villa, que igualmente se extiende en su mayor parte por el norte de la iglesia, como siempre ha sido.
Dos de los canecillos representan una mujer mostrando el sexo y un hombre haciendo lo mismo, en formas tan coincidentes con lo mostrado en San Miguel de Cornezuelo que se diría que estos canecillos sirvieron de muestra al autor de aquellos. La erosión, las formas y la técnica evidencian la primogenitura de éstos. Por cierto, ambas iglesias coinciden en la advocación, lo que es extraño pues en la portada de Cornezuelo se muestra un tímpano que dicen de San Miguel luchando contra el dragón, con la peculiaridad de que el santo carece de alas.
No he dicho que la entrada actual al templo se produce por una pequeña entrada sin decoración en el lado sur, ubicada cerca de los pies entre la sacristía y la torre.
La conclusión a la que llegué, y que expongo para consideración pública, es que la portada escondida se encontraba en el lado norte que era el acceso natural de los convecinos y que la portada sur era una puerta auxiliar que auizás diese a un cementerio, cementerio pequeño que, a juzgar por lo comentado, sí parece haber existido.
¿Entonces? ¿Cómo podía estar en el norte si no había rastro de ella?
Creo que la portada estaba en el tramo de la fachada norte hoy desaparecido para ubicar el nuevo espacio en que se encuentra la pila, cuya construcción es obviamente moderna, aunque coincidente en materiales y tipos. Y creo que quienes construyeron este nuevo espacio dieron la importancia justa a los restos de la portada, razón por la que los guardaron en la sacristía, que, además, es donde se guardan los tesoros que no se ocultan en otros lugares de la iglesia. Pero, ¿por qué los taparon? ¿por qué se tomaron la molestia de hacer arquivoltas de nuevo cuño? ¿Por qué rellenaron el interior de la portada con mampuesto? ¿No estaría justificado dejar las cosas a la vista? ¿acaso temían a los ladrones? ¿Es que había ladrones? ¿Acaso la existencia de ladrones pudo justificar la falta de arquivoltas y tímpano? ¿Donde está el tímpano si lo había como en Cornezuelo? ¿Sirvió el tímpano y arquivoltas para financiar la construcción del nuevo espacio en el lugar de la portada? ¿Hasta qué punto el señor y el pueblo participaron en el expolio puesto que debían conocerlo?. En fin...las sorpresas del románico...Una historia interminable que debe constar en algún lugar o documento. Saludos.