Hola a todos
Está claro que, hasta en la manerea de escribir los nombres, los hombres del románico dejaron su impronta.
En la Parroquial de Agüero, existe este Tetramorfos del que ya hemos dialogado en otras ocasiones y temas.
Hoy, nos fijaremos en la manera cómo escribieron los nombres de los cuatro evangelistas. De la identificación del viviente de Mateo, sólo se conservan las tres últimas letras
EVS, prueba de la terminación de su nominativo.
Después, tenemos a
MARCVS y a
LVCAS.
Sin embargo, cuando llegamos a Juan, su nombre pasa a ser una abreviatura, tal como indica el guión horizontal colocado sobre su h:
IOhS.
En principio, la abreviatura
IOHS de
Iohannes es común y puede ser considerada válida tanto para San Juan Evangelista como para San Juan Bautista. Avancemos un poco más. Como estamos indicando y como es sabido por todos, en la Parroquial de Agüero, el nombre de San Juan está colocado como si se tratase de un monograma que se diferencia bien poco del de Jesucristo:
IHS, aunque se ha convertido en un tetragrámaton que se asemeja al
IHVH, el del Dios del Antiguo Testamento.
Pero, si lo comentamos, no es tanto por lo que todo el mundo conoce, sino por un detalle. En Agüero. se prefiere la forma
IOhS, con una única letra minúscula, la letra h. ¿Qué ocurre con este detalle? Que, de la misma manera que el monograma de
IHS se convierte en
IhS con una línea vertical sobre la horizontal de la h minúscula, como integrando la cruz, cuando se quiere hablar de su papel redentor, a este monograma de San Juan Evangelista estéticamente le vendría a suceder lo mismo.
Con esta doble elección (la primera, sólo abrevia este nombre de todos los nombres de los cuatro vivientes; la segunda, lo abrevia acercándolo a la forma del monograma redentor de Cristo) estaría privilegiando el maestro escultor, o el epigrafista ,a este viviente que representa al discípulo amado, San Juan Evangelista, sobre los otros.
Un poco sobre la lectura románica. Por cierto, en esa época histórica, serían pocos los que debían saber leer estas letras y, todavía menos, los que conociesen el valor simbólico de un monograma.
Un abrazo a tod@s.