En esta otra interesante gráfica superpone las iglesias sobre los meses en los que coincide el santoral, con sus respectivos ángulos de alineación, en el que como vemos apenas existe coincidencia alguna, sobre la línea media de ortos solares:
Y concluye:
Por todo lo visto hasta ahora entendemos que la hipótesis atribuida a Nilssen, según la cual las iglesias románicas se orientan en la dirección de la salida del sol en la festividad del santo titular del templo no es suficientemente consistente, al menos en el área objeto de estudio. Este área abarca a las comunidades de Navarra, La Rioja, Castilla-León, Cantabria, Asturias y Galicia. Es un área amplia y comunicada con el románico europeo a través del camino de Santiago. Por ello pensamos que una intencionalidad tan atractiva desde el punto de vista religioso, tendría muchas probabilidades de ser adoptada en este ámbito, por lo que si no se adoptó es porque no debía ser una tendencia generalizada.
Hay algunas orientaciones muy dudosas como San Pantaleón de Losa, -aunque no lo especifica se sabe que fue movida de su emplazamiento original- o como Santo Estevo, de la que tras comprobar su alineación con el SIGPAC no resulta coincidente con los 115º que le atribuye nuestro admirado catedrático; ello vendría en corroborrar lo sostenido por él en este mismo artículo, donde establecería así que la diferencia es mayor de lo indicado para el cálculo con brújula; respecto lo demás -desde mi modesto punto de vista- el estudio es correcto en todos sus planteamientos, riguroso y habida cuenta del lugar emitido y sus referentes, sorprendente a la vez que veraz, como parece determinar en este párrafo final:
... Nada más lógico que pensar que las iglesias se orientan al iniciarse los trabajos de replanteo y no con especial cuidado. Probablemente una simple alineación con estacas o si acaso con barras de hierro, fijada con la salida del sol el primer día en que pudieran iniciarse los trabajos. De haber deseado una orientación casi perfecta, alguno de los sistemas que hemos descrito podría haberla proporcionado en cualquier día del año.
En lo tocante a otras conclusiones más o menos implícitas, resulta cuando menos sorprendente la distinta concentración de resultados con distinta 'gradación', muy baja en los meses de Pascua (marzo y abril, principalmente), frente a la altísima de los solsticiales (Junio y Diciembre); también deberíamos saber cómo ha diferenciado unos ángulos de otros en el cálculo del día astronómico relativo a uno de los semestres, y no por el sobreseído santoral; deductivamente, no parece indicar que el día del cálculo 'proyectado' fuere el del equinocio, ni la orientación sobre el terreno, la realizada con el ángulo que se replantea geográficamente con los gnomones orientados hacia el día de la festividad del calendario, una posibilidad que tampoco se contempla... es decir, se proyecta matemáticamente en el 'plano', durante el equinocio -que es cuando se miden las sombras con el gnomón- ; a partir de la primavera, con el buen tiempo para trabajar -pero cuyas sombras no son tan fiables-, se replantea con la orientación correspondiente al santoral astronómico, lo que justifica además la alta concentración de templos en Diciembre, mes en el que supuestamente no trabajan según el estudio ... es decir, cada diferente 'gradación' correspondería así a un día de manera exacta con el del antiguo día del santo o festividad, pero quede en el tintero la escasa consagración al día de Pascua, como posiblemente fue la iglesia núm 8 del gráfico.
Respecto en que se pudo hacer de cualquier manera y puesto que este acto inicial de alinear unas estacas frente al punto del orto solar, el día que comienzan las obras, o que de manera imperfecta, resulta ser casuísticamente coincidente con la orientación final, debemos profundizar en la coincidencia del cálculo astronómico de la eclíptica y en una inscripción en lengua extraña, que pudo no ser casual al menos en un templo que conozcamos. Complicados cálculos de efemérides -que no están para nada a mi alcance- podrían determinar la certera coincidencia de datos de orientación relativos a un santo y un año juliano reflejado en una tabla de Pascua aparecida en Suecia, con lo que expongo mi parecer -al estar datada tal fecha con los mismos caracteres rúnicos en el templo- en que no fue un sistema tan aislado, incluso que pudo ser preconcebido geográficamente sin necesidad de estaca astronómica alguna, salvo en el replanteo; tampoco debió ser tan infrecuente en las iglesias 'escuela' o cabecera de Taller, o por lo menos en los Templos que mereciesen tal categoría, y que la imprecisión hubiera sido determinante para la pervivencia de la obra inclusive.
Tampoco elucubro de manera 'distinta', al no existir documentación alguna que lo avale, es en que sea considerado todo este proceder como algo romántico, salvo que en aquella época medieval, un momento así -el de la consagración de un templo orientado-, fuese considerado un momento realmente sagrado... pero eso tampoco esperamos que lo 'certifique' ningún legajo nunca...
Un saludo.