Amigo Corbi, por supuesto tienes razón. Pero aqui hay matices...la Iglesia siempre estuvo en la vanguardia académica y intelectual, y, al contrario de la opinión conspiranóide de turno, no busca ni tiene nada que ocultar. Es casi una paradoja, pero hay 3 niveles de Iglesia: una de base, "popular", de ritos perenes, una "politica", la que da la cara, contesta, condena, y la que llamo "la verdadera", la que financia hallazgos, expediciones, traducciones, la que se mueve en las altas esferas intelectuales, los "Damien Karras", por hacer una analogia. Como puedes imaginar, hacer llegar esta Iglesia vanguardista y paladina a sus próprios ámbitos inamovibles es tarea hercúlea. Hay otro dato a tener en cuenta: la alergia a los Concílios. Para que se pueda oficializar cambios en su base, es necesario la celebración de los mismos, y, como es de conocimiento público, las escisiones derivadas de los célebres Concílios y revisiones ecuménicas desaconseja su realización a menudo. Además, es cuestión de buscar otras fuentes, como las Encíclicas, por ejemplo, en "Veritatis Splendor" y "Fides et Ratio", de Juan Pablo II, se cambió drásticamente la visión antropológica de la Iglesia. A ver cuál es el padre valiente que se atreve a intentar hacer comprender al vulgo en sus sermones. Con relación a los textos en el medioevo, creo que es un prejuicio pensar que el hombre antiguo sabia menos que nosotros, no acudamos a lo más fácil, bastaria comprobar las fuentes, existe bibliografia especializada sobre eso acesible a todos. Las malas traducciones son clases elementales de história y história de las Religiones, perdone que haya expuesto el caso, daba por supuesto que era de conocimiento general, no pretendía revolucionar el foro. Me excuso sinceramente. Tu iniciativa de interpretar la iconografia románica y peninsular a la luz de la Filosofia Platonica es absolutamente genial y acertada. No fueron los platónicos alejandrinos y florentinos los que realizaron sus próprias traducciones desde el griego y el arameo? Eríugena por ejemplo, era de los únicos expertos en griego arcaico de su tiempo. Lo que trasforma sus escritos en fuentes de consulta fidedignas. De la Bíblia, las versiones de la Septuaginta o Vulgata no merece demasiado crédito. Cuando intervenga ahora, no daré por supuesto nada, y explicitaré alguna bibliografia que se pueda consultar.
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