Hola a todos
Si hablamos de pintura románica, está claro que hay un conjunto pictórico que merece siempre nuestra atención. Dialoguemos hoy acerca ddel libro que sostiene el Pantocrátor de Sant Climent de Taüll y volvamos, por unos momentos, a contemplar la hermosa fotografía de todo el conjunto:
¿Por qué el Águila es el único viviente que en el Tetramorfos no sostiene un libro e incluso no va connotado con una filacteria como ocurre en otros casos?
¿Qué libro lleva el Pantocrátor? Todos los sabéis, aquel que dice
“Ego sum lux mundi” (Jn. 8,12).
Al quedar tan claro, por la presencia explícita de la cita evangélica, que el libro que sostiene Cristo en su mano izquierda es el evangelio de San Juan, el Águila no necesita ser connotada con ningún símbolo, ni el que haría referencia a su evangelio y cartas (libro) ni el que haría referencia a su libro profético, el Apocalipsis, (filacteria).
Son la suma de pequeños detalles los que hacen que este hermoso conjunto pictórico sea tan especial
La teología contemplativa de San Juan queda así ensalzada. Además, no se debe olvidar que, según Alfons Puigarnau, en su tesis doctoral, Imago Dei y Lux mundi en el siglo XII. La recepción de la Teología de la Luz en la iconografía del Pantocrátor en Catalunya, y en otros artículos, esta iconografía no se entiende sin el pensamiento de Juan Escoto Eriúgena.
Citar:
Junto a estas fuentes bíblicas-judaicas, las patrísticas, en las que el elemento griego abunda menos. Existe la mencionada recepción de epígonos agustinianos, Gregorio, Beda, Isidoro y León, aparte de Ambrosio y Jerónimo, muy polarizados, sobre todo este último, por el estudio y la transmisión de la Biblia. Pero además, las influencias griegas, escasas comparadas con las latinas, que llegan a través de Orígenes y Escoto Eriúgena, dos pensadores emparentados, al menos, a través de una creatividad desbordante y transmisores, sobre todo Escoto, de la teología de la luz contenida en el Corpus Areopagiticum, que tanta influencia tendrá sobre el cuerpo doctrinal de la Edad Media occidental. Es decir, son dos las fuentes que conocemos: la Biblia y un cierto neoplatonismo, dominado por el agustinismo teológico inherente al espíritu de la reforma canonical implantada paulatinamente en Europa durante los siglos XI y XII, y al núcleo esencial de Padres, transmitido por la vía litúrgica.
(PUIGARNAU, A. "Neoplatonismo e iconografía en la Europa medieval", em Anuario Filosófico, 2000 (33), 655-67, pp. 363-364-365., Servicio de publicaciones de la Universidad de Navarra, artículo electrónico.
Por cierto, ¿utilizó Eriúgena esta cita del evangelio de San Juan en su
Periphyseon?
Citar:
“Y, ¿cuál es el pueblo que estaba sentado en las tinieblas y en la región de la sombra de la muerte sino la infinita multitud de la humanidad y conocida por Dios solo, la cual, después de abandonada la luz del Paraíso, estaba sentada en las tinieblas de la ignorancia y en la región de la sombra de la muerte, no sólo de la muerte por la que el alma se separa del cuerpo por la corrupción, sino también de la muerte por la que Dios abandona al alma a causa del pecado?
Pero de esta doble muerte libera al género humano la luz que nació para todos, la que dice de sí misma: “Yo soy la luz del mundo”, destruyendo ahora en parte la esclavitud a los ídolos en estos a quienes convierte al culto y conocimiento del Dios verdadero, deshace la ruindad de los vicios con las aguas del bautismo y quema dicha ruindad con la llama de la penitencia; pero al final será destruida no sólo la muerte del cuerpo en general, sino también la muerte de la mente, y el conocimiento del verdadero Dios será otorgado a toda criatura.
Sin duda, todos, buenos y malos, cuando estén ante el tribunal del Señor conocerán “que hay un solo Dios y que fuera de Él no hay otro”. La confesión de un solo Dios será general para todos, puesto que la negación de la verdad no existirá. Los ciegos no pueden negar la luz que no ven a quienes la ven resplandecer.”
(Juan Escoto Eriúgena, Periphyseon)
Está claro que el románico está lleno de matices teológicos que van más allá de ser considerado una Biblia para los pobres o una lección catequética. Buenos los artistas, pero sabios los teólogos redactores encargados de programar las diferentes imágenes de los programas iconográficos
Un abrazo a tod@s