Hola a todos
Estos días pasados, viendo la televisión y los incendios del norte de España, lo he pasado mal, pues recordaba esos magníficos paisajes y a sus gentes. ¡Qué buenos recuerdos! Por eso, hoy, he pensado en poner una perla cántabra más, de ese románico llamado rural que tantas veces nos pasa desapercibido.
He vuelto a buscar lugares que, en su día, me sorprendieron. Entre ellos, coloco una primera imagen:
En el ábside, sólo se practicó una ventana. Pero, ¿qué se esculpió en ella?
Está claro que una alusión al Paraíso a través de aquella corriente del pensamiento neoplatónico cristiano que habla de la existencia de sólo dos árboles.
A la izquierda del vano, el del conocimiento del bien y del mal guardado tanto por la serpiente antigua del
Génesis convertida ya en el dragón apocalíptico:
Citar:
Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás.
(Apocalipsis XII, 9)
A la derecha del vano, el árbol de la vida guardado por dos grifos:
Y es que no se debe olvidar:
Citar:
“No obstante, por su forma híbrida leoaquilina, fue considerado también emblema de la doble naturaleza de Cristo: el busto del águila representa la Divinidad del Salvador, y el cuerpo del león, que toca la tierra, representa su Humanidad. Es también representante de dos de los cuatro elementos, el aire y la tierra, y precisamente por ello de las dos realezas de Cristo, soberano del Cielo y de la Tierra. Puesto que fue un animal vinculado a la luz en la Antigüedad, se adoptó como símbolo de la sabiduría divina y, en relación con su potencia, fue considerado igualmente emblema de la fuerza invencible de Cristo, actuando como un talismán preservador emanado de ella. El antiguo tema importado del Próximo Oriente, en el que dos grifos flanquean el árbol de la vida, fue cristianizado en la Edad Media e interpretado como las almas santas en el Paraíso. Ocasionalmente los grifos se disponen también en torno a una crátera o pila de fuente, aludiendo a los santos que beben del agua vivificadora de Cristo en el cielo.” Silva SantaCruz, Noelia, “El grifo”, en Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. IV, nº 8, 2012, (pp. 45-65) p.51
Perlas cántabras, desde el recuerdo y la solidaridad.
Un abrazo a tod@s