Bueno... En mi humilde opinión.
Si no se quiere sobreinterpretar y proyectar sobre los símbolos las propias inquietudes, es decir, terminar encontrando más a uno mismo que el código iconográfico, la cosmovisión, de una época, es necesario documentarse seriamente.
Dicho de otra manera, antes de hablar de que tal o cual estructura o representación refleja, por ejemplo, los centros de memoria trascendente hay que ver si en la época en que fue realizada manejaban ese concepto.
Voy a poner un ejemplo muy claro con la cruz.
En el siglo II a.C. significa, única y exclusivamente, un instrumento de ejecución lenta, pero desde los albores del cristianismo simboliza la religión cristiana. Sin embargo, ni aún así es siempre la misma cruz. Una cruz ardiendo en una celebración del siglo XIX de los energúmenos del kukuxklan en Estados Unidos simboliza, representa, significa,
implica conceptos bien distintos de los de una cruz roja sobre las velas de los navíos de Colón o de la cruz que cuelga del espejo retrovisor de un conductor supersticioso.
Así, por ejemplo, si queremos hablar de sólidos platónicos hay que ver:
a) Si se conocía o no a Platón (o sucedáneos) en un contexto.
b) Qué sentido le daban en esa época.
c) Etcétera.
No es lo mismo una representación de los sólidos platónicos en el siglo III a.C., que en un tratado alquímico del siglo XVI, que la representación que hay al lado de mi casa, en el metro de Pirámides, bajo el obelisco

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Así, en mi opinión, si queremos mantener un mínimo de rigor histórico, hay que estudiar las fuentes documentales del escenario que estamos analizando, pues de lo contrario correremos el riesgo de ver gigantes donde solo hay molinos.
En este caso, por ejemplo, se plantea construir la casa por el tejado. Es decir, se da por sentado que
Citar:
las energías y formas sacras, son unas constantes universales
Y que, por lo tanto, vamos a encontrarlas (sea lo que signfique energía y forma sacra) por doquier.
Sin embargo, el análisis iconográfico no debe partir de un "voy a encontrar lo que ya sé que voy a encontrar"; sino todo lo contrario. Hay que coger el objeto de análisis y, sin prejuicios, cotejarlo con las fuentes documentales que lo rodean, que, en el caso del románico, parten antes de la Biblia y los filósofos cristianos que de la alquimia u otros textos esotéricos. Cuestión aparte es que en la riqueza iconográfica del románico, sobre todo en zonas rurales, descubramos vestigios de religiones locales -como la celta, la clásica o la vikinga-, pero eso es harina de otro costal.
Así, en la Biblia, hasta donde yo sé, que soy historiador y no teólogo, no se habla de que el ser humano tenga "tres centros de memoria trascendente. Uno, en el cerebro, conterdría el espitual (estoy simplificando). El reservorio emocional, residiría en el Corazón. Y el centro de la memoria armónica con las energías de la tierra, en el hueso SACRO".
En fin, insisto, es mi opinión. No quisiera Proterio que te sintieras molesto por mis palabras. Todo lo contrario, espero que de este debate sobre la astronomía y el románico surjan controversias que, por definición, nos enriquezcan a todos.
Un abrazo.
Marcos.