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Hola a todos
Antes de nada, os quiero indicar que estoy leyendo el magnífico libro del doctor Manuel Núñez Rodríguez, A la búsqueda de la memoria. Los tres pórticos mayores de la Basílica de Gelmírez, editado por Círculo románico y el Consorcio de Santiago, y que estoy disfrutando mucho con él.
Además, su lectura me está proporcionando una perspectiva nueva de esta obra cumbre del románico que es la catedral de Santiago de Compostela. Con vuestro permiso, ya que este tema va sobre el Codex Calixtinus, contrapongo un paralelismo.
El doctor Manuel Núñez Rodríguez escribe en el capítulo II de su libro acerca de la “La fuente de la Plaza del Paraíso como confirmación de valores que estructuran la fe”, interpretando el siguiente pasaje del Codex Calixtinus:
“Al concluir la escalera de este atrio, hay una admirable fuente que no tiene pareja en todo el mundo. Se asienta esta fuente sobre tres escalones de piedra, que sostienen una hermosísima taza de piedra de forma circular, y cóncava, a manera de cubeta o cuenco, de tal tamaño que yo calculo que pueden bañarse cómodamente en ella quince personas. En su centro reposa una columna de bronce, de forma base heptagonal y de una altura proporcionada. De su remate salen cuatro leones, que echan por la boca cuatro chorros de agua, para refrigerio de los peregrinos y de los habitantes de la ciudad. Los chorros que salen de las fauces de los leones caen a la taza, que desagua en forma subterránea por un orificio perforado en ella. Y así ni se ve de dónde viene el agua ni adónde va. Es un agua dulce, nutritiva, sana, clara, magnífica, templada en invierno y fresca en verano. En la columna de bronce, bajo las garras de los leones, está grabado todo alrededor, en dos líneas, este texto: "YO BERNARDO, TESORERO DE SANTIAGO, HICE ESTA CONDUCCION DE AGUA Y EJECUTE LA PRESENTE OBRA PARA REMEDIO DE MI ALMA Y DE LAS DE MIS PADRES, EL DIA TERCERO DE LOS IDUS DE ABRIL DE LA ERA MCLX (11 de abril de 1122)”(Guía del Peregrino, Codex Calixtinus, cap. IX)
Como conclusión a su magnífico comentario, el doctor Manuel Núñez Rodríguez acaba escribiendo sin referirse a ningún apartado crítico, es decir, sin indicar bibliografía:
“En conclusión, tanto la fuente con columnas de bronce “y de fuerte base heptagonal”, que actuaba de refrigerio para los peregrinos, como determinados temas representados en este pórtico septentrional, quedan asociados a los sacramenta legalia, bien entendido que el otro componente de fuerza significativa eran la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, tan consustanciales con las virtudes del alma por su valor, por lo que significan, a la manera de los cuatro ríos del Paraíso.” (p.39)
Tengo que confesar que, al leer el otro día este texto, rápidamente me vino a la cabeza este otro pasaje bibliográfico:
“Esta fuente es la que riega el Paraíso, esto es, el poder del alma que se propaga desde la Fuente más excelsa. Esta fuente –dice- se divide en cuatro ríos. El nombre del primero es Fison, y todo lo demás que el citado San Ambrosio expone de forma excelente acerca de los cuatro ríos del Paraíso comprobando cada uno de ellos con las cuatro virtudes cardinales del alma: el Fison, que según los griegos recibe el nombre de Ganges, se compara a la prudencia; el Geon, que es el Nilo, a la templanza; el Tigris, caracterizado por la rapidez de su curso, a la fortaleza; y el Eufrates, a la justicia.” (Juan Escoto Eriúgena, Sobre las Naturalezas, Periphyseon)
Nada, reconocimiento a un magnífico trabajo, el del doctor Manuel Núñez Rodríguez, y a la magnífica edición propuesta por Círculo Románico y el Consorcio de Santiago.
Además, me parece que no sólo hay que mirar desde la perspectiva de Cluny la maravilla iconográfica que representa Santiago de Compostela. Creo que algo dijeron los canónigos de San Agustín. Ya callo.
Un abrazo a tod@s
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