Registrado: Mié Jul 08, 2009 4:02 pm Mensajes: 4984 Ubicación: Círculo Románico
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Magníficas interpretaciones, entre las que me postulo próximo a los enigmas del inframundo sugeridos por Piratesa y Xavidc, éste último en conversación directa, en abierta referencia al descenso de Cristo al Hades, ese lugar frío e inhóspito de las arcáicas mitologías, algo alejado en el medievo, de la concepción que hoy dispone el hombre moderno del infierno, concebido como un lugar de castigo eterno. El significado de este tránsito por el lugar que más tarde se dará a conocer como el 'infierno' -esto es el Hades-, habría sido un componente característico de los primeros credos cristianos, hasta que formalmente aparece ya, como parte de la versión del siglo IV en el Credo de los Apóstoles. Sin embargo, es importante apuntar, que el concepto simbólico subyacente en la teología básica adquirida de un concepto pagano del "Descenso al Hades", ya estaba implícito en la escritura, puesto que tanto el vocablo hebreo Seol, el griego Hades, o el latino Inferos, significan lo mismo. El capitel situado frente al hombre apresado en el Seol, es éste otro:  Y que podría explicar, por qué respecto de ese tránsito de Cristo por el Hades, Eriúgena considera que los castigos del hombre por sus pecados, no debe ser una cuestión eterna; y que en este mismo sentido, ubicado frente al Hades -como también ha intuido perfectamente Corbio-, se sitúa el término "Resurrección", con lo que el programa iconográfico de este portentoso ábside, estaría narrando los sucesos acaecidos desde el Viernes Santo, hasta el Domingo de Resurrección, un evento definido teológicamente de manera discreta como un proceso cosmogónico y natural de regeneración y fertilidad espiritual, después del logro del pecador que lucha por desenmarañarse del pecado que le ata a la tierra, y que también de manera perfecta ha definido de manera sucinta con ambos conceptos -Hades y Resurrección- en el mensaje con la malla sin principio ni fin y así relacionarlo con la idea de la eternidad,que conceptualmente queda roto con la resurrección en este programa iconológico y propuesto implícitamente por otro de los intervinientes, en su respuesta. Su posición preeminente en el presbiterio, vendría en confirmar la importancia de estos dos mensajes. Algunos matices y detalles del Symbolum Apostolorum o Credo de los Apóstoles, después de diversas acepciones temporales : Credo in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam Catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen. Por su parte, en Lucas 16:19-31, leemos: El rico y Lázaro 19 »Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y cada día celebraba espléndidos banquetes. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que lleno de llagas pasaba el tiempo echado a la puerta de aquél, 21 ansioso de saciarse con las migajas que caían de la mesa del rico, y hasta los perros venían y le lamían las llagas. 22 Llegó el día en que el mendigo murió, y los ángeles se lo llevaron al lado de Abrahán. Después murió también el rico, y fue sepultado. 23 Cuando el rico estaba en el Hades, en medio de tormentos, alzó sus ojos y, a lo lejos, vio a Abrahán, y a Lázaro junto a él. 24 Entonces gritó: “Padre Abrahán, ¡ten compasión de mí! ¡Envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y me refresque la lengua, porque estas llamas me atormentan!” 25 Pero Abrahán le dijo: “Hijo mío, acuérdate de que, mientras vivías, tú recibiste tus bienes y Lázaro recibió sus males. Pero ahora, aquí él recibe consuelo y tú recibes tormentos. 26 Pero, además, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de manera que los que quieran pasar de aquí a donde están ustedes, no pueden hacerlo; ni tampoco pueden pasar de allá hacia acá.” 27 Aquél respondió: “Padre, entonces te ruego que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, 28 donde tengo cinco hermanos, para que les advierta, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.” 29 Pero Abrahán le respondió: “Pero ellos tienen a Moisés y a los profetas. ¡Que los escuchen!” 30 Y aquél contestó: “No lo harán, padre Abrahán. Pero si alguien de entre los muertos va a ellos, sí se arrepentirán.” 31 Abrahán le dijo: “Si no han escuchado a Moisés y a los profetas, tampoco se van a convencer si alguien se levanta de entre los muertos.”» Curiosamente, para los helenos, los fallecidos entraban al inframundo cruzando el río Aqueronte, porteados en una barca por Caronte, quien cobraba por el pasaje un óbolo, una pequeña moneda que ponían en la boca del difunto sus piadosos familiares. Aunque esto no guarda relación aparente con la escultura del ábside, sí tiene un significado pleno en el artículo cabecera de la web para este mes, con lo que he considerado oportuno referenciar en éste, la acotación numismática, coincidente en parte con lo narrado en aquella editorial, de ' ESTE MES COMENTAMOS'. Notas: · El Credo de los Apóstoles se reza en los bautismos, opcionalmente durante el Rosario y en el Oficio Divino, etc... · Respecto a la línea subrayada, "descendió a los infiernos": Tradicionalmente, "El infierno", se refiere al "Seol" hebreo o al "Hades" griego - el único "reino de los muertos" de las mitologías clásicas, antes que en el cristianismo se 'inventara' el cielo, algo después de nuestra época románica. · A su vez, el Seol se compondría de diferentes áreas o niveles: - Infernus: el lugar de tormento para los injustos condenados y los demonios. Este es el lugar que más se piensa cuando oye la palabra "infierno."; - Purgatorio: donde las almas salvadas vaya a ser purgados de los efectos temporales de sus pecados; - Limbo de los Infantes (Limbus infantium): un lugar posible de la felicidad perfecta, subjetiva natural para aquellos que murieron antes del bautismo (y por lo tanto se les niega la visión beatífica), pero que no han cometido pecados personales (lo que no garantiza el castigo); - Limbo de los Patriarcas (Limbus Patrum): donde fueron los justos que vivieron antes que Jesús a la tierra. Es esta parte del "infierno" al que Cristo ha descendido. - El infierno, actualmente, ya no existe. Pdta.: Referente a Eríúgena, Hades y Symbolum Apostolorum, Tesis Doctoral -Copyright 2010-, James Green: http://dspace.lib.ttu.edu/etd/bitstream ... sequence=3
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