Gracias a vosotros amigos y al magnánimo buen quehacer de vuestro esfuerzo en otros temas más brillantes que sigo agradecido y que complementan esta maravillosa sensación que nos acompaña, en la que solemos decir que
aquí todos aprendemos de todos ... pero volvamos a la ciudad del suegro de Piratesa

unos instantes más, en relación a la pregunta de cómo pudieron llegar estas sagas de los pueblos del norte de Europa,
viajando hasta la hospitalaria y bella ciudad de Zamora.
Una elucubración personal que sostengo a título individual como teoría desde hace años, es la procedencia irlandesa de un linaje castellano, los ANSUR, que de ser algún día estimada, podría estar documentado la existencia de un patronímico irlandés transcrito a nombre propio en castellano y cuya inscripción literal en goidélico fue recogida en el corpus del Macalister de 1949, con el núm. de refª. 663, procedente de una lápida hallada en Clonmacnoise y cuyo expansión debe leerse,
OROIT DO ANGUS (reza por Angus), según el
CELTIC INSCRIBED PROJECT (CISP), dependiente del Departamento de Historia y del Instituto de Arqueología, del University College London y su reconocido académicamente
corpus on line.

Desde el punto de vista histórico, el linaje de los Ansurez tuvo cierta importancia en Castilla debido a su rivalidad con la familia condal castellana, residente en las tierras de lara, pertenecientes a la familia de Gonzalo Fernández y su hijo Fernán González, quien a la postre sería el primer conde independiente de Castilla. Posteriormente tras el encumbramiento de los de lara, los Ansurez se asentaron al otro lado del Pisuerga, llegando a ser condes de Monzón. Entre los primeros nombres del linaje, un conde de Liébana, Ansur Díaz y respecto de la presunción aludida, la inexistencia de un nombre en todo el santoral castellano que justifique el patronímico 'ANSUR', que sin embargo, al aplicar las reglas del lenguaje gaélico, de su lectura emerge fonéticamente ANGUS como patronímico autóctono de Irlanda, plénamente documentado como hemos visto en la lápida de Clonmacnoise, además de la hagiografía al encontrar un Saint Angus MacNisse, fundador del monasterio de Kells, bautizado por St Patrick, el que además -unos años después-, le nombrará obispo. El nombre, con caracteres latinos se escribiría Ansur y de allí habría pasado a la aliteración castellana por vulgarización del latín, sólamente pronunciándose en la lectura por quienes conociesen que la regla en alfabeto gaélico condicionaba su lectura al nombre de ANGUS, perfectamente documentado en el santoral. Al ser un conde cristiano, durante su bautizo hubo de ser empleado necesariamente el nombre de un santo cristiano, mientras que Ansur, leído literalmente desde la lengua romance resultante, no responde con esa identificación sin otro precedente histórico que lo avale. También vemos que en ambas familias castellanas, el apellido se adquiere del nombre de su precursor; es decir, así González es hijo de Gonzalo, como Ansurez lo es de Ansur.
VALLISOLETUM, nos instruye sobre la presencia del conde Pedro Ansurez en Zamora(? - Valladolid, 1117), señor de Valladolid, conde de Liébana, Saldaña y Carrión:
Citar:
Después de que Fernando I repartiese los reinos entre sus hijos, dejando Castilla a Sancho II, Galicia a García, León a Alfonso VI y los señoríos de Zamora y Toro a sus hijas Urraca y Elvira, Sancho II derrotó y apresó a su hermano Alfonso VI en Carrión, aunque lograría escapar y refugiarse en Toledo, amparado por su vasallo el rey taifa Almamun. Alfonso es acompañado por su maestro Pedro Ansúrez, que aprende en Toledo la lengua árabe.
Muerto Sancho II en el cerco de Zamora, a manos de Bellido Dolfos, Alfonso VI pudo regresar a su tierra y proclamarse rey de Castilla y León, nombrando a Pedro Ansúrez su consejero y gobernador de Toro, Zamora y de las fortalezas de Cabezón y Simancas. Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, el conde Ansúrez se convierte en repoblador de Iscar y Cuéllar, figurando en 1096 como gobernador de Madrid. Por conocer la lengua árabe actúa como embajador de León ante el taifa granadino Abdallah, que se negaba a pagar los tributos.
El conde Ansúrez y doña Eylo fundan en Valladolid la Colegiata de Santa María la Mayor, ocupada por monjes benedictinos cluniacenses procedentes del monasterio de San Zoilo de Carrión, siendo consagrada el 25 de mayo de 1095. Asimismo, el conde Ansúrez edifica en Valladolid su palacio y la iglesia de Santa María de la Antigua, al tiempo que repuebla la ciudad creando un nuevo barrio en torno a la iglesia de San Martín y construye el Puente Mayor sobre el Pisuerga. Tras este crecimiento urbano, el Pedro Ansúrez logra el rango de villa para Valladolid, asentando un Concejo y el emplazamiento de un mercado, figurando en su jurisdicción los territorios de Laguna, Fuensaldaña, Tudela, etc. Tras la muerte de doña Eylo, contrae de nuevo matrimonio con doña Elvira Sánchez.
Aunque el conde Ansúrez figura en numerosos textos como fundador de Valladolid, no ocurrió así estrictamente, sino que fue el repoblador de una aldea ya existente y su principal engrandecedor como villa.

En San Zoilo de Carrión hemos documentado el capitel de los
vendimiadores como concepto románico coincidente con Leominster, Gales. En esta diatriba de la lógica, tampoco procedería Ansur, sino ANGUS, como creímos leer mucho después, junto a otro patronímico irlandés -PIRANUS- en la lápida de Andaluz, Soria, dependiente de un rey también procedente de una familia extranjera, los Plantagenet; mientras, el vínculo en Santiago el viejo o de los Caballeros de Zamora, se acrecienta con la presencia activa familiar del linaje -procedente de los pueblos del norte- de los Ansur entre los siglos XI y XII, así como la existencia en sus capiteles de una narrativa adecuada a las Eddas islandesas, que convierte a los ANGUS en la única familia medieval, probablemente vinculada históricamente a Irlanda, capaz de justificar su procedencia:
