Proterio escribió:
mmfilesi:
Eso de que los símbolos no son universales, en algunos casos habría que negociarlo. Especialmente, las que encajan con la geometría sagrada. Un par de ejemplos bastan: Las plantas aureas de edificios. La hindú Cruz Gamada, que lucía Buda y los nazis, unas veces destrógira y otras levógira.
Algo así ocurre con las edificaciones con proporciones aureas. Por ejemplo. Se siguen, tanto en Egipto y en la Grecia clásica, como en el Románico, Mesoamérica y Polinesia. Demasiada coincidencia para ser casualidad. Por cierto, la inadecuada expresión "arquitecnos del románico", efectivamente es una generalización que me tomé la licencia de usar para no alargar el texto.
Saludos
Bueno, antes de responder quiero dejar clara una cosa:
Mis contestaciones, por impertinentes que pudieran parecer en un medio inaudible, están escritas desde el cariño. No quisiera, de verdad, que te lo tomaras a mal a pesar de que te pudiera parecer firme. Es la letra, silenciada, que engaña. De ahí que me afane en emoticonizar mis post
Y ahora voy pallá
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1) La similitud formal de un símbolo con otro no denota, ni mucho menos, su concomitancia conceptual. Eso, para el caso, es como decir que Marcos Méndez Filesi, el que esto escribe, piensa de igual manera que Georges Bush porque a ambos nos molesta la lluvia. Cubos, esferas, cuadrados, triángulos, espirales, laberintos, grecas, esvásticas... Equiparar sistemas de pensamiento a partir de estos esquemas simples es negar la mayor, esto es, que cada uno percibe los símbolos de una forma distinta según sus parámetros culturales. Por poner un ejemplo cinematográfico, en el filme Apocalypto de Mel Gibson se muestra, con erudita intuición histórica, que no veían de la misma manera una pirámide los pobres desgraciados de las aldeas de la selva a los que arrancaban el corazón, que los sacerdotes que vivían del negocio de sacar corazones.
Pero incluso dentro de una misma cultura me parece un insulto, sí un insulto, para los artistas el reducir sus inquietudes a unos paradigmas universales. La riqueza simbólica, emotiva, intelectual de un paisano de Asturias en el siglo IX no es la misma que la de los arquitectos de Chartres y, desde luego, no tiene absolutamente nada que ver con la India, América precolombina o cualquier otra con la que no tiene un contacto físico... Y sí, digo físico, porque las ideas no viajan en el aire. Si no hay libros, comerciantes, embajadores, médicos o lo que sea que lleva una idea de un lado a otro, la idea, per se, no se mueve.
2) Los ejercicios matemáticos me producen cierta pereza porque, en general, tal y como se aplican en los esoterismos varios, demandan un esfuerzo ingente para ir demostrando que son una falacia detrás de otra. Corrijo. No son falaces, sino parciales. Sesgan, tajan, seleccionan determinados aspectos de la realidad estudiada para que coincida con la Gran Teoría... Así, en mayúsculas, porque estas cosas se suelen escribir en mayúsculas, que no es lo mismo la gran obra, que la Gran Obra, la geometría, que la Geometría.
¿Quéremos comparar plantas arquitectónicas? Vale, vamos para allá. Pero no me vale con una o dos y tomando no sé qué parámetros. Tomemos TODAS las pirámides que se conocen de Egipto, que cad una era de su padre y de su madre, y comparémoslas, en términos matemáticos, con TODAS las pirámides mesoamericanas... o las catedrales góticas, para el caso es lo mismo.
¿Queremos decir que es lo mismo un Ahau de Rapa Nui, en la Polinesia, que el Cristo de no sé qué Iglesia? Vale, entonces que me expliquen:
a) ¿Cómo diantres hizo un isleño de Rapa Nui para conocer Chartres en el siglo XIV?
b) O ¿En qué lado del cerebro está el amasijo neuronal que hace que Chartres y un Ahau sean lo mismo?
Y no me valen obviedades, que a fuerza de escribirse en mayúsculas parecen verdades transcendentales cuando no son más que máximas de perogrullo... "La búsqueda de Dios en lo Inmanente", "La trascendencia del YO en el Devenir"...
A ver, que las cosas son más sencillas. Si queremos deducir qué diantres pensaba un monje de tal o cual monasterio, vayamos a sus bibliotecas, veamos qué libros leían, estudiemos sus estudios, analicemos sus peculiaridades... Claro, que esto es mucho más trabajoso. Es muchísimo más fácil coger una regla y un compás y, en más o menos un par de horas de trabajo, desde casa, desentrañar los secretos de Chartres haciendo dibujicos que leerse toda la filosofía de la Escolástica y luego pasarse diez años en la Biblioteca Nacional Francesa analizando fuentes de la época.
En fin, lamento si he parecido dogmático, pero me ha parecido importante dar mi opinión en este foro.
Saludos cordiales a todos.